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La Nutrición para el Caballo en Crecimiento

Como Manejar la Dieta para reducir el DOD

La nutrición tiene un papel importante cuando se analizan las causas del desarrollo de enfermedades de crecimiento. Excesos, desequilibrios y deficiencias en nutrientes aumentan tanto el número de incidencias como la gravedad de fisitis, wobbler, deformaciones angulares de las extremidades y osteocondritis.

Los Factores Nutricionales que Causan DOD

Deficiencia de Minerales

La deficiencia de minerales, como el calcio, fósforo, cobre y zinc pueden causar DOD. La dieta del caballo en crecimiento debe ser correctamente equilibrada, pues la mayoría de los cereales y forrajes no contienen cantidades suficientes de diversos minerales. Si un potro recién destetado come heno de prado y avena, recibirá solamente un 40% de la cantidad que necesita de calcio, un 70% de lo que necesita de fósforo y menos de un 40% de lo necesario de cobre y zinc. (Ver tabla 1). El mejor método de averiguar si hay una deficiencia es con una evaluación de la ración. Con análisis de sangre, pelo y casco no obtendremos suficiente información para saber a fondo lo que recibe el caballo.

Tabla 1 – Requisitos Minerales para el Potro Destetado

 

Concentración de Nutrientes Requerido en la Dieta (90%DM)

Heno Prado

Alfalfa

Avena

Maíz

Cebada

 

Crec. Moderado

Crec. Rápido

 

 

 

 

 

Calcio (%)

.62

.70

.35

1.25

.08

.05

.05

Fósforo (%)

.40

.45

.20

.22

.34

.27

.34

Zinc (ppm)

65

65

9

16

6

4

8

Cobre (ppm)

22

22

17

28

35

19

17

Cuando hay un Exceso de Minerales

Los caballos toleran niveles de minerales bastante altos, pero si reciben un exceso de calcio, fósforo, zinc, yodo, fluor, o ciertos metales pesados como plomo o cadmio, se puede desembocar en DOD (ver tabla 2).

Los excesos de niveles de minerales pueden ocurrir por sobredosificación o por contaminación ambiental. La sobredosificación masiva de calcio (>300% del requerido) puede provocar una deficiencia secundaria de fósforo, zinc o yodo por interferir en su absorción. Es fácil sobrepasar el nivel apropiado de calcio si se utilizan leguminosas (alfalfa) como base principal del forraje. Las proporciones inapropiadas de yodo y selenio pueden resultar en una sobredosificación de estos minerales. Una evaluación de la ración es la mejor manera de identificar este tipo de desequilibrio mineral.

La contaminación ambiental también es una causa común de enfermedades ortopédicas, pues la contaminación puede provocar la ingestión de altos niveles de minerales potencialmente tóxicos. Si una yeguada experimenta una inusual incidencia de DOD o si la gravedad y la localización de las lesiones esqueléticas son anormales, se debe investigar la posibilidad de que haya contaminación ambiental. Es recomendable hacer análisis de sangre y de la dieta (incluyendo forraje, tierra y agua). Una analítica química de muestras de casco y pelo puede aportar una información complementaria. Si hay una fábrica u otro tipo de industria contaminante cerca de la yeguada, puede causar problemas aunque también se han visto deficiencias de cobre causadas por exceso de zinc en fincas que utilizan pinturas que contienen zinc o por tuberías de agua galvanizadas.

Tabla 2. Niveles Tóxicos de Minerales

 

Mineral

Nivel que necesita el caballo joven (ppm)

Nivel que el mineral llega a ser toxico (ppm)

Zinc

60-70

9000

Yodo

0.2-0.3

5.0

Fluoro

--

50

Plomo

--

80

Selenio

0.2-0.3

5.0

Manganeso

60-70

4000

Cobre

20-30

300-500

Cobalto

0.1

400

Hierro

125

5000

*Adaptado de Cunha, 1997 y NRC, 1989.

Desequilibrio de Minerales

La proporción de minerales es tan importante como la cantidad en muchas ocasiones. Altos niveles de fósforo reducen la absorción de calcio y pueden causar una deficiencia del mismo aunque la cantidad de este en la dieta sea normalmente la adecuada. La proporción entre calcio y fósforo en el caballo joven jamás debe ser menos que 1:1 aunque la idónea es 1,5:1. Demasiado calcio afecta el nivel de fósforo, especialmente si el caballo recibe poco fósforo. La proporción de calcio/fósforo nunca debe superar el 2,5:1. Las dietas que utilizan forrajes como la alfalfa deben proporcionar un suplemento de fósforo. La proporción entre zinc y cobre debe ser 3:1 a 4:1.

Excesivo Nivel de Energía en la Dieta

Si el potro recibe un nivel excesivo de energía en su dieta, esto puede causar un ritmo de crecimiento rápido y un aumento en la cantidad de grasa corporal que puede aumentar el riesgo de DOD. Un estudio reciente hecho en Kentucky demostró que la tasa de crecimiento y el tamaño del potro puede aumentar la incidencia de ciertos tipos de DOD en potros (Pagan et.al 1996). Los potros de 12 meses de edad que padecían osteocondrosis de la babilla y corvejón nacieron grandes, crecieron rápidamente desde los 3 meses hasta cumplir los 8 meses y en general pesaron más que la mayoría de los demás potros.

La fuente de calorías para el potro también es importante ya que la hiperglicemia y la hiperinsulinemia han estado implicadas en casos de osteocondrosis (Glade et al. 1984 Ralston 1995). Los potros que experimentan un aumento exagerado de glucosa o insulina porque han recibido una ración alta en carbohidratos de origen cereal pueden estar predispuestos al desarrollo de osteocondrosis. Estudios in-vitro con condrocitos fetales y de potros sugieren que el papel de la insulina en el cartílago en crecimiento puede ser el de promover la supervivencia del condrocito o suprimir su diferenciación y que la hiperinsulinemia pueda ser un factor que contribuya a la osteocondrosis en el equino (Henson et al., 1997).

Investigaciones recientes de Kentucky Equine Research (Pagan et. Al 2001) sugieren que la hiperinsulemia puede influenciar la incidencia de OCD en potros. En un amplio estudio se evaluaron 218 potros PSI de 12 meses de edad. (300 días +/- 40 días de media de edad, un peso medio 300 Kg. +/-43kg.). Se realizó una prueba de respuesta glicémica en la que se proporcionó una ración igual a 1,4g de carbohidratos no estructurales (NSC) por kilo de peso corporal. Y se recogió una muestra única de sangre 120 minutos postprandial para determinar los niveles de glucosa e insulina.

Según este estudio la hiperglicemia e hiperinsulinemia como respuesta a la comida concentrada fue asociada a un aumento en la incidencia de OCD. Las respuestas glicémicas medidas en los potros destetados fueron correlativas al índice glicémico del pienso, lo cual sugiere que la alimentación empleada en la yeguada puede tener un papel en la patogénesis de OCD. El índice glicémico indica el ritmo de absorción de carbohidratos. Se define como el área debajo de la curva de respuesta glicémica postprandial (después de la ingesta) de una cantidad medida de carbohidratos en la comida de la prueba dividida por el área debajo de la curva después de la ingesta de una comida de referencia. (Jenkins et al., 1981) En laboratorio la alimentación prolongada a ratas de comida con un IG alto resulta en hiperinsulinemia basal y una respuesta insulinemica elevada a la prueba de tolerancia a glucosa intravenosa. (Pawlak et al., 2001) Al ejercer influencia sobre otras hormonas como, por ejemplo, la tiroxina, la hiperinsulinemia puede afectar el proceso de maduración del condrocito desembocando en un metabolismo defectuoso de la matriz y una mineralización anormal ó crecimiento alterado del cartílago (Pagan et al., 1996; Jeffcott y Henson, 1998).

Los resultados de este estudio nos indican que sería prudente proporcionar a los potros unos piensos que produzcan respuestas glicémicas reducidas.

Practicas de Alimentación que Aumentan el DOD

Hay varias maneras de alimentar a los potros que pueden contribuir a aumentar el DOD. Cuando se identifica el problema, puede ser fácilmente corregido ajustando el tipo de alimentación y la cantidad proporcionada.

Sobrealimentación o el –Síndrome de “No me come bien”

Quizás el problema más común con la alimentación de potros es la ingestión de cantidades excesivas que aumentan el ritmo de crecimiento y la cantidad de grasa corporal. Se sabe que esta es una causa específica de DOD pero desafortunadamente no existen reglas fáciles acerca de cuánto es demasiado ya que el consumo de calorías es la suma del total del forraje y el grano.

Si se dispone de poco forraje o si la calidad es mala, es correcto dar raciones más grandes de cereales (Esto sucede frecuente en zonas tropicales). Por ejemplo, pueden ser aceptables raciones de 2% a 2,5% del peso corporal para mantener un crecimiento razonable en potros de 12 meses de edad que sólo tienen acceso a pasto bajo en nutrientes. Sin embargo, raciones por encima de un 1% del peso corporal pueden ser excesivas si el potro recibe heno de alfalfa, beza, o pasto rico en nutrientes.

La manera más fiable de descubrir una sobrealimentación es pesar y anotar la condición corporal de los potros. Se puede comparar el ritmo de crecimiento y condición corporal de potros PSI con la tabla 3. La grasa corporal se mide utilizando un sistema desarrollando por Henneke et. Al. 1981. Se aplica una nota entre 1 a 9 en que 1 define un caballo extremadamente delgado hasta el 9 para el caballo obeso. Un estudio en Kentucky demostró que las potras tienen cierta tendencia a mantener más grasa corporal que potros y esta diferencia llega a su mayor cota a los 4 meses de edad. (Potras de condición 6,4 y potros con una nota de 6). Según el sistema Henneke, estas notas sobre la condición del potro significan que el potro se encuentra en un estatus de grasa corporal moderado o algo por encima de moderado. Cuando llegan al año normalmente bajan la nota de condición corporal a 5,3- 5,4 respectivamente. Luego vuelven a subir tanto las potras como los potros desde los 14 a 18 meses .

Tabla 3 Ritmo de Crecimiento de potros y potras en Kentucky

*Altura

**Condición Corporal

Si no se puede medir el ritmo de crecimiento, un exceso puede ser controlado en muchas ocasiones con una evaluación de la ración. Por ejemplo, un potro de 6 meses recién destetado (peso corporal 250 Kg. que llegaría a 500 Kg. de peso corporal en su madurez) consumía 4kg/diario de un pienso en forma de mezcla con un nivel proteico estimado de 16% mas 2kg de alfalfa en rama y con pasto de alta calidad. Una ración que garantiza una velocidad de crecimiento razonable (0,80 Kg. /día) sin pasarse, quiere decir que el potro necesita 17 Mcal de energía digestible diarias. La alfalfa y pienso sin el pasto proporcionan aproximadamente 17,5 Mcal de energía digestible. Si calculamos lo que suma el pasto (1% de su peso corporal o 2,5 Kg. de materia seca) el potro está recibiendo 135% de la energía que necesita y lo más probable es que tenga algún problema.

Para equilibrar la ración, se debe suprimir la alfalfa. Si el potro necesita un forraje cuando esta en su box, el heno de prado sería más apropiado. También se debe reducir la ración de pienso a unos 3 Kg. diarios. A este nivel de ingesta de grano el potro necesitaría consumir aproximadamente 3,3 kg de materia seca de forraje para sostener un ritmo de crecimiento de 0,80kg/día y sería una ración equilibrada.

Un Pienso que no Complementa su Forraje

A veces nos encontramos con una situación en que el concentrado que recibe el potro no está equilibrado correctamente para complementar el forraje disponible. Este problema surge a menudo en España porque hay muchas yeguadas que utilizan alfalfa o beza. La mayor parte de los piensos han sido formulados con los niveles necesarios de minerales y proteína para equilibrar forrajes como heno de prado (comunes en EEUU), no alfalfa ni paja, los forrajes comunes en ciertas regiones en España.

Por ejemplo, pongamos un potro de 12 meses (315 Kg. de peso corporal que llegará a pesar 500 Kg. cuando madure suponiendo una ganancia media de peso de 0,50 Kg./ día) sin acceso a pasto y que recibe 4,72 Kg./ día de alfalfa como fuente única de forraje administrada en una cantidad que corresponde al 1,5% de su peso corporal (4,72 Kg./d). Pues bien, con este forraje, teniendo en cuenta su alto nivel de proteína y calcio sólo necesitaría el potro 2,5 Kg. de pienso al día. Si se añade un pienso típico formulado para equilibrar pasto (14% de proteína), la ración estaría desequilibrada por varias razones. El calcio excedería en un 183% los requisitos necesarios para un añaco y la proporción calcio/fósforo sería 2,9:1. Esto es problemático porque falta fósforo y zinc en la ración. El calcio puede interferir en la absorción de ambos minerales aumentando de manera importante el riesgo de padecer alguna enfermedad ortopédica debido a una deficiencia de zinc y fósforo. La solución es proporcionar un pienso formulado correctamente para complementar la alfalfa. Por ejemplo: Un pienso que tenga un nivel proteínico de 12% con 0,4 de calcio, 0,9 de fósforo y 180 ppm de zinc, sería más apropiado.

Desequilibrio por el Uso Incorrecto de Cereales

Las razones más comunes de no proporcionar suficientes vitaminas y minerales son: la utilización de cereales ó mezclas de cereales con niveles bajos de estas sustancias, la utilización de piensos que están correctamente suplementados pero en raciones inferiores a las recomendaciones del fabricante. Se pueden corregir estos errores proporcionando un equilibrador de cereales. Por ejemplo, un potro de 6 meses (200 Kg. de peso corporal que llagará a 400 Kg. cuando madure con 0,60 Kg./día ganancia media de peso) recibe 3 Kg. de un pienso de 10% en proteínas formulado para el mantenimiento de caballos adultos con 2,3 Kg. de heno de prado como forraje. Esta ración es deficiente en proteína, calcio, fósforo, zinc y cobre. Este potro será propenso a fisitis y tendrá el pelo de mala calidad y sin brillo. Se debe utilizar un pienso con un 14% a 16% de proteína para la cría o se puede sustituir cada Kg. del pienso actual con 1 Kg. de un pienso tipo equilibrador.

Sistemas de alimentación para prevenir el DOD

Lactantes

Si se ha alimentado correctamente a la yegua en el último tercio de gestación, no será necesario añadir suplementos minerales al lactante hasta los 90 días de edad. A los 90 días se pueden introducir cantidades moderadas de un buen pienso para potros y aumentar gradualmente la cantidad en 0,5 Kg. cada mes de edad. Es importante que el potro esté habituado al consumo de cereales o pienso antes del destete ya que de lo contrario es probable que ocurra una disminución dramática en el ritmo de crecimiento al destete y una aceleración compensatoria cuando por fin empiece a consumir dichos piensos desembocando en DOD.

Potros destetados

Desde el destete hasta los 12 meses de edad es la etapa más crítica a la hora de prevenir el DOD; el sistema óseo es vulnerable, siendo la ingesta y equilibrio de nutrientes de importancia vital. Los potros en destete deben de crecer a un ritmo adecuado con cantidades de minerales adecuadas. En zonas templadas se suele subestimar el valor nutritivo del pasto, lo cual puede resultar en ritmos excesivos de crecimiento y en DOD.

Añacos

A los 12 meses de edad hay menos probabilidad de padecer algunas formas de DOD. Muchas de las lesiones que se manifiestan clínicamente después de los 12 meses se han iniciado a una edad más temprana. No obstante el equilibrio de nutrientes sigue siendo importante a esta edad. El aumento de energía en la ración, tan necesario para preparar concursos morfológicos ó ventas, es aconsejable retrasarlo lo máximo posible ya que la vulnerabilidad esquelética disminuye según madure el potro. Normalmente, el aumento de niveles de energía 90 días antes de una venta ó concurso, será suficiente tiempo para alcanzar la condición corporal deseada.

La fisitis en el carpas es una preocupación real con potros en preparación de ventas o concursos morfológicos. Para reducir la incidencia de fisitis en estos potros hay que mantener un alto nivel de minerales y una parte de la energía que normalmente recibiría de los cereales se debe reemplazar con grasas y fibras fermentables. Los piensos especializados pueden contener hasta un 10% de grasa. Entre las fuentes de fibras fermentables se encuentran las cáscaras de soja y remolacha.

Manejo de la Nutrición en caballos con DOD

La meta de un programa de alimentación para caballos jóvenes consiste en reducir ó eliminar la incidencia de enfermedades ortopédicas de desarrollo. Desgraciadamente y aún con un buen programa algunos potros padecerán esta enfermedad. El manejo nutricional puede contribuir a reducir la gravedad de muchas formas de DOD, aunque no todas las lesiones sean reversibles. Es importante modificar la alimentación de los potros que padecen la enfermedad. El tipo de alteración dependerá de la edad del potro y de la forma de DOD que padece. En la mayoría de los casos hay que reducir el nivel de energía mientras se mantienen niveles adecuados de proteínas y minerales. De esta manera se frena el crecimiento óseo aun cuando se favorece el desarrollo de tejido óseo sano.

La Fisitis

Se debe de disminuir el consumo de energía hasta alcanzar un 75% de las necesidades normales del potro. Esta disminución sin embargo no debe de comprometer el consumo de proteína y minerales y por lo tanto es probable que haya que formular una ración distinta. Por ejemplo, un potro de destete de 6 meses de edad (250 Kg. peso, que tendrá 500 Kg. cuando alcance la madurez a 0,8 Kg. de ganancia diaria) con acceso a pasto de otoño de buena calidad, normalmente consumiría aproximadamente 3,5 Kg. de un pienso para potros con niveles de proteína de 16%. Si este potro desarrollara fisitis habría que confinarle en un box, y alimentarle con heno (3kg/día). Si se redujera el consumo de cereales a un nivel que fuera el 75% de la energía digestible normal del potro resultaría en deficiencias de proteína, lisina, calcio y fósforo. Estas deficiencias se podrían corregir al sustituir 1kg de su pienso con un granulado de equilibrador de cereales. Esta ración proporcionaría el 90% de los requisitos proteínicos además de una excelente fuente de minerales. Durante el proceso de recuperación se puede aumentar gradualmente la cantidad de pienso de potro mientras se disminuye la cantidad de equilibrador.

Síndrome de Wobbler

El programa descrito anteriormente también se puede aplicar en casos de Síndrome de Wobbler con la diferencia de aumentar aún más la restricción de ejercicio y de consumo de energía en la ración. Una ración compuesta por heno de prado (2kg/día) con una cantidad moderada de heno de alfalfa (2kg/día) y 1kg/día de equilibrador en granulado resultaría en una reducción de energía equivalente al 65% de la ingesta normal mientras mantiene niveles adecuados de proteína y minerales.

Osteocondritis Dissecans

Cuando un potro manifiesta signos clínicos de osteocondritis dissecans el efecto del cambio de dieta va a hacer poco para corregir las lesiones ya existentes. Se aconseja una vez más, reducir los niveles de energía y peso corporal mientras se proporcionan niveles adecuados de proteínas y de minerales. Se han logrado éxitos con el manejo conservador de lesiones de la cabeza del humero y de la cresta troclear lateral de la tibia. Se recomienda reposo total en box además de tratamientos intraarticulares de hyaluronato e intramusculares de Adequan. Algunos veterinarios comentan el uso favorable de suplementos orales con glucosamina y sulfato de condroitina aunque hasta la fecha no se ha realizado estudios formales de los mismos.

Sumario

La nutrición puede tener un papel importante en el desarrollo del DOD. Las deficiencias o desequilibrio de minerales pueden complicarse más cuando hay exceso de energía o de carbohidratos. Una evaluación de ración es la mejor manera de identificar problemas potenciales. Los errores de alimentación más comunes que pueden causar DOD son niveles excesivos de cereales, mezcla de grano inapropiado para el tipo de forraje disponible o falta de un equilibrador correcto para los cereales. Todos estos problemas pueden ser fácilmente corregidos utilizando un pienso correcto y proporcionando al potro la cantidad correcta de ración. Si el potro ya padece DOD debe recibir una alimentación con bajos niveles de energía mientras se mantienen los niveles correctos de proteínas y minerales.

Las causas de los problemas de crecimiento pueden ser genéticas, por manejo (procedimiento de destete, suelos duros, etc.), por nutrición inapropiada o por una combinación de las tres. Se pueden reducir los problemas y averiguar cuales son las fuentes de las complicaciones si llegamos a descartar la posibilidad de que los problemas surjan por una nutrición incorrecta aplicando los conocimientos que están saliendo de los laboratorios de investigación.

Artículo publicado por la revista Ecuestre en 2004

Escrito por: Dr. Joe D. Pagan, BSA, MS, PhD

Kentucky Equine Research, Versailles, Kentucky USA

Referencias :

1) Cunha, T.J. 1997. Horse Feeding and Nutrition (2nd Ed.). Academic Press, Orlando, Florida.

2) Glade, M.J., S. Gupta, and T.J. Reimers. 1984. Hormonal responses to high and low planes of nutrition in weanling thoroughbreds . J. Anim. Sci. 59(3):658-665.

3) Henneke, D.R., G.D. Potter, and J.L. Kreider. 1981. A condition score relationship to body fat content of mares during gestation and lactation. In: Proc. 7th Equine Nutr. Physiol. Soc. Conf., Warrenton, Virginia p 105-110.

4) Henson, F.M., C. Davenport, L. Butler, I. Moran, W.D. Shingleton, L.B. Jeffcott, and P.N. Schofield. 1997. Effects of insulin and insulin-like growth factors I and II on the growth of equine fetal and neonatal chondrocytes. Equine Vet. J. 29(6):441-447.

5) Jeffcott, L.B., and F.M. Henson. 1998. Studies on growth cartilage in the horse and their application to aetiopathogenesis of dyschondroplasia (osteochondrosis) Vet. J. 156(3):177-92.

6) Jenkins, D.J., T.M. Wolever, R.H. Taylor, H. Barker, H. Fielden, J.M. Baldwin, A.C. Bowling, H.C. Newman, A.L. Jenkins, and D.V. Goff. 1981. Glycemic index of foods: A physiological basis for carbohydrate exchange. Amer. J. Clin. Nutr. 34:362-366.

7) NRC. 1989. Nutrient Requirements of Horses (5th Ed.). National Academy Press, Washington, DC.

8) Pagan, J.D., R.J. Geor, S.E. Caddel, P.B. Pryor, and K.E. Hoekstra. 2001. The relationship between glycemic response and the incidence of OCD in thoroughbred weanlings: A field study. In: Proc. 17th Amer. Assoc. Equine Pract. Conv.

9) Pagan, J.D., S.G. Jackson, and S. Caddel. 1996. A summary of growth rates of thoroughbreds in Kentucky. Pferdeheilkunde 12:285-289.

10) Pawlak, D.B., J.M. Bryson, G.S. Denyer, and J.C. Brand-Miller. 2001. High glycemic index starch promotes hypersecretion of insulin and higher body fat in rats without affecting insulin sensitivity. J. Nutr.131:99-104.

11) Ralston, S.L. 1995. Postprandial hyperglycemica/hyperinsulinemia in young horses with osteochondritis dissecans lesions. J. Anim. Sci. 73:184 (Abstr.).

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Author: Coby BolgerWebsite: http://www.linkedin.com/pub/coby-bolger/1b/871/883Email: This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
Directora General Horse1 S.L.
About
Coby es nutricionista equina y jinete internacional de Concurso Completo de Equitación habiendo participado en numerosos concursos internacionales en toda Europa. Actualmente trabaja en la investigación y mejora de la nutrición equina e imparte clinics y clases sobre nutrición y entrenamiento.