Me acuerdo de los tiempos en que nadie viajaba. Los únicos transportes eran comerciales y para ir de concurso había que ponerse de acuerdo con otros jinetes. Ahora entras en los concursos y cuesta aparcar debido al gran número de vanes presentes. Hoy en día, salir de viaje con tu caballo no es un reto, se ha convertido en lo normal.
En todo tipo de traslado con caballos es muy importante el manejo antes, durante y después del viaje. El aporte de fibra y la ingesta de agua, directa e indirectamente, serán esenciales para garantizar el rendimiento deportivo del caballo al llegar a su destino y prevenir posibles problemas digestivos.
Preparar el viaje por lo menos UNA SEMANA ANTES de salir
Cuidado con los cambios bruscos
Antes del viaje el caballo debe consumir los mismos alimentos que va a consumir durante el mismo, para prevenir problemas digestivos relacionados con cambios en la flora intestinal. Esto quiere decir que si en el transporte vas a administrar una papilla o henolaje habrá que introducirlo en la dieta (aunque sea en pequeñas cantidades) por lo menos 7 días antes del viaje.
Las papillas previenen la deshidratación y son muy apetecibles. Hay caballos que se ponen nerviosos cuando viajan y comen peor. La papilla sirve para abrir su apetito.
Electrolitos
Los electrolitos son muy importantes para prevenir la deshidratación durante los viajes. La deshidratación empieza a afectar el rendimiento del caballo a partir de un 3% así que es de primordial importancia prevenirla.
Lo más fácil es utilizar un electrolito directamente en una toma de pienso. Si incorporas esta costumbre en las épocas de trabajo más fuerte y cuando hay viajes, simplemente el caballo tendrá lo que necesita. Si hay un exceso de electrolitos se eliminarán a través de la orina.
Otro modo muy común de proporcionar electrolitos es en un cubo de agua. Pero mucho ojo, tienes que dar a elegir al caballo agua con y agua sin electrolitos. Algunos caballos no aceptan agua con un olor diferente y por ello no beberán agua con electrolitos. NUNCA hay que dar electrolitos sin agua a un caballo ya deshidratado.
JUSTO ANTES de embarcar el caballo
Reducir el pienso
Hay que reducir (un 50%) la cantidad de pienso que toman los caballos cuando viajan para evitar cólicos y otros trastornos digestivos. Es decir, el caballo no debe comer pienso antes de viajar. Si quieres dar un desayuno, hay que darlo por lo menos 2 horas antes de salir.
Es primordial proteger la flora intestinal
Hay caballos que siempre están perfectos, pero en los viajes es donde realmente se pone a prueba la estabilidad de su flora intestinal. La falta de apetito cuando llegan al destino, la sudoración excesiva, los nervios, la diarrea o la pérdida de peso exagerada son signos externos de una flora intestinal débil. Antes no teníamos probióticos contrastados y con eficacia probada para fortalecer la flora intestinal durante los viajes. Ahora sí.
Si tu caballo tiende a tener heces sueltas, ha sufrido algún cólico o presenta peor motilidad cuando viaja, es el momento de dar un probiótico en jeringa. Es posible, según el caballo, que necesites administrarlo diariamente mientras está de viaje, aunque no siempre. Cada caballo es un mundo y hay que tomar la decisión adecuada según la situación.
DURANTE el viaje
Para evitar la deshidratación, la pérdida de peso y proteger las vías respiratorias el caballo debe consumir heno previamente remojado durante 20 minutos o henolaje (¡que contiene un 40% agua!).
Para alargar la ingesta de fibra durante todo el viaje se puede suministrar el forraje introducido en una red de heno de agujero muy pequeño para controlar la ingestión. Así va comiendo poco a poco durante todo el viaje y se entretiene más. Además, ya que el sistema digestivo estará lleno de fibra, la absorción de agua será mayor, previniéndose la pérdida de peso y la deshidratación.
Los caballos suelen beber mal cuando viajan, pero puedes ofrecerles agua. Hay que evitar parar ya que en los camiones hay poca ventilación y hace mucho calor. Es mejor planear los viajes evitando las horas más calurosas del día, y si es posible, contar con varios conductores para no parar hasta llegar al destino, lo cual es mucho mejor para los caballos.
Si tienes que parar, busca sombra y, si puedes, abre las ventanas o baja la rampa. ¡Pero no saques al caballo!, no vaya a ser que pase alguna estupidez y se escape en la carretera, o decida que no quiere entrar en el camión otra vez.
Si viajas por Europa los viajes son más largos. Hay que planear bien los lugares de descanso en el camino. En general, si viajamos desde Madrid, solemos parar en Burdeos en Francia y luego seguimos hasta Alemania, el norte de Francia, Inglaterra etc.
Durante el descanso debes seguir el mismo procedimiento que cuando llegas a tu destino: Primero agua y forraje y luego la toma de pienso. Si puedes montar o pasearlo de la mano es mejor. Si lo ves muy nervioso, no te juegues un posible accidente, déjalo tranquilo en su box. Intenta que los caballos viajen siempre con un amigo y que los boxes estén juntos y se vean para prevenir nervios.
Cuando LLEGAS a tu destino -
Tu caballo se cansa durante el viaje y es normal que adelgace un poco. Además, durante los viajes el caballo tiene mayor riesgo de cólico y otros problemas digestivos.
Al llegar al destino o al punto de descanso, el caballo debe tener un rato para “asentarse” otra vez. Déjalo en su box, con agua y forraje. Debe orinar, beber y, en general, tener buen aspecto. No viene nada mal tomar su temperatura para asegurarnos de que todo está en su sitio. Dale un paseo a la mano o trabájale suavemente.
Viene genial administrarle una ración reducida de pienso mezclada con una papilla. Después de unas horas puedes darle una “propina” de fibra y otra mini ración mezclada con la papilla. Así repones las tomas que perdió durante el viaje y ayudas a que el caballo se recupere rápidamente. Puedes seguir con pequeñas “propinas” durante todo el concurso para reponer todo lo perdido.
¡Felices viajes! Hasta pronto