Los jinetes buenos tienen que montar bien. Pero el mejor jinete no es siempre el jinete que está en la cima de la competición.
El caballo es una atleta, y hay que manejarlo como tal. El mejor caballo del mundo no llegará a nada sino está correctamente herrado. Un despiste con los medicamentos en la cuadra, que lleva a ocasionar un resultado positivo en un control antidopaje en una competición, puede terminar con la carrera deportiva de un jinete. El caballo con más talento no podrá saltar o bailar sino dispone de suficiente energía. Ni el caballo más caro del mundo podrá aguantar las exigencias de un calendario de competición fuerte si llega a las pruebas deshidratado o con dolor.
El jinete tiene que manejar y apoyarse en todo su equipo: mozo, veterinario, nutricionista, dentista, herrador y fisioterapeuta. El día a día de la ración, antes, durante y después de la preparación de las pruebas tiene que estar integrado dentro del manejo de la cuadra.
Específicamente cuando hablamos sobre la dieta del caballo, el jinete que decide que estos detalles le aburren perderá caballos válidos y resultados deportivos. El jinete que se limita a copiar lo que hacen los otros jinetes o añaden productos a base de rumores no acertarán con sus raciones ni con el manejo de suplementos.
¿Cómo proceder?
Lo primero que hay que hacer es perder el miedo a que la nutrición es algo complicado. Hay una base de información que hay que asimilar, pero se aprende enseguida y cuando la tienes, ten por seguro que la utilizarás todos los días con tus caballos.
Imagínate tener el poder de identificar cuándo un problema está relacionado con la ración de tu caballo, el ejercicio o la salud.
¿Cuánto dinero ahorrarás al no dar bandazos comprando productos sin acertar, o al evitar cólicos u otros problemas digestivos en tus caballos? ¡Vas a aprovechar mucho mejor el tiempo al acertar de pleno en el diseño de tus raciones y uso de suplementos!
El jinete profesional tiene que dominar esta base de información, usar productos con un respaldo científico y estandarizar los protocolos de viaje de los caballos, uso de electrolitos, prevención de irritaciones gástricas o utilización de protectores articulares.
Así se asegurará de que al afrontar un reto con sus caballos, puede olvidarse de la variable de la dieta y la capacidad energética. Sólo le quedará la variable de montar bien, que no es poco.