Los síntomas habituales de esta enfermedad son los siguientes: de repente, un día mientras trabaja, el caballo está poco dispuesto a moverse, empieza a quedarse rígido, camina con pasos cortos y se detiene bruscamente, sudando más de lo normal; este es el escenario típico de una crisis de mioglobinuria. Sin embargo, no todo es tan simple, ya que hay múltiples factores que pueden terminar en un episodio de mioglobinuria y por lo tanto, puede haber muchas variantes de esta enfermedad con síntomas distintos a los anteriores. En este artículo se pretende ayudar a entender la enfermedad y reducir así el riesgo de que sus caballos la produzcan.
Desde que se conoce esta enfermedad, se han utilizado muchos nombres para definirla: Enfermedad de los Lunes, Azoturia, Mioglobinuria, Rabdomiolisis o Miopatía Exertional .
El término de Enfermedad de los Lunes era popular entre los caballos de tiro a finales del siglo XIX cuando algunos caballos que habían estado durante todo el domingo de descanso, consumiendo la ración de cereales habitual, se desplomaban con un daño muscular severo, cuando volvían al trabajo, y en ocasiones incluso morían. El término de Azoturia se remonta a los años treinta del siglo pasado, (cuando fueron encontrados en los análisis de orina subproductos de proteínas) entonces los caballos eran alimentados con grandes cantidades de melaza y después hacían un ejercicio excesivo, por lo que se llegó a la conclusión de que una cantidad excesiva de glicógeno en el músculo (almacenada en forma de glucosa) era depositada durante los períodos de descanso y rápidamente convertida en ácido láctico en exceso, lo que intoxicaba las células del músculo. Sin embargo, esta teoría del ácido láctico paso de moda a finales de los años 80, cuando se demostró que la mayor parte de los caballos que sufrían esta enfermedad no tenían un nivel más alto de ácido láctico en su plasma o músculo que otros caballos en entrenamiento que no padecían la enfermedad. Fue entonces cuando empezó a extenderse un nuevo término, y que hacía referencia a uno de los signos clínicos más comunes: “Tying up” o “imposibilidad para moverse”.
A finales de los años 90, se reconocía que había varias causas que provocaban la enfermedad y que también afectaba a caballos que no hacían ejercicio. Por lo tanto, se utilizó el término de Síndrome de la Rabdomiolisis Equina (inflamación de los músculos) para reflejar la naturaleza multifactorial de la enfermedad, identificando dos subgrupos con causas específicas y diferentes : Rabdomiolisis Recurrente del Ejercicio y Miopatía por Almacenamiento de Polisacáridos . Este síndrome también ha sido subdividido por algunos investigadores en dos clases: esporádico (aquellos que sufren un sólo episodio o bien varios episodios infrecuentes) y crónico (episodios repetidos, provocados incluso por un leve esfuerzo).
Signos clínicos
El Síndrome de la Rabdomiolisis Equina afecta principalmente a los músculos, causando una gran cantidad de signos clínicos que pueden ir desde el caballo de doma que no alarga el tranco cuando se le pide, hasta el caballo de carreras que no quiere moverse después de una carrera, o incluso el animal de cualquier edad, raza o disciplina que no puede moverse parcial o totalmente o que está recostado. En raras ocasiones, puede provocar la muerte del animal.
A menudo, el caballo sufre fuertes dolores y siente angustia, aunque esto tiende a variar en cada caso en particular y depende de la gravedad de la enfermedad. Los músculos afectados normalmente son los de las patas traseras, pero en algunos animales también quedan afectados los de las patas delanteras. Los músculos pueden hincharse y/o presentar dolor al tocarlos, aunque no siempre, sobre todo en los casos más leves. El área afectada, se extiende por tanto a más de uno o dos grupos de músculos, a diferencia del dolor más localizado que es debido concretamente a los músculos accionados o forzados.
Diagnóstico
Dependiendo de los signos clínicos, la enfermedad puede ser relativamente fácil o difícil de diagnosticar. Se puede realizar un diagnóstico provisional basándose en la historia clínica y en los síntomas, junto con las pruebas de sangre que miden la actividad de las encimas musculares (Creatina, Quinasa: CK y Aspartato Aminotransferasa: AST). La Miopatía por Almacenamiento de Polisacáridos (MAP), se puede identificar mediante una biopsia de músculo. En casos recurrentes, el estado de electrólitos del caballo puede ser evaluado con la Prueba de Excreción de Electrolito Fraccionaria (FE), que implica un análisis de sangre y orina realizado por su veterinario.
Causas del Síndrome de la Rabdomiolisis Equina
Se cree que muchos de los caballos que padecen esta enfermedad tienen una susceptibilidad subyacente, la que puede ser provocada por uno o más factores, entre ellos el ejercicio. Los factores subyacentes y los factores que la provocan difieren entre los distintos grupos de víctimas. Los caballos sanos que sufren episodios esporádicos a menudo tienen factores desencadenantes muy significativos, como el manejo o la nutrición. Los caballos que sufren episodios frecuentes, especialmente las potras PSI, es probable que tengan una mayor susceptibilidad subyacente, como en la Rabdomiolisis Recurrente del Ejercicio y en la Miopatía por Almacenamiento de Polisacáridos.
Rabdomiolisis Recurrente del Ejercicio
- Debido a una anormalidad en el proceso de contracción del músculo, esta enfermedad puede ser heredada.
- La padecen generalmente los caballos Pura Sangre Inglés, Trotones y Árabes, especialmente las potras jóvenes nerviosas.
- Los animales afectados experimentan episodios frecuentes con elevaciones persistentes de AST en los análisis de sangre.
- Entre los factores desencadenantes se incluye el entrenamiento a galope impidiendo que el caballo alcance la máxima velocidad, unos períodos de descanso prolongados en el box, una dieta alta en cereales, presencia de cojera simultánea, etc.
- La confirmación del diagnóstico implica la realización de biopsias de músculo intercostales y pruebas de laboratorio intensivas.
Miopatía por Almacenamiento de Polisacáridos
- Provocada por un defecto en la forma en que la glucosa es utilizada y almacenada en el músculo.
- Afecta a los caballos que tienen niveles elevados de glicógeno y un determinado compuesto de almacenaje de glucosa anormal en sus músculos (un polisacárido).
- Normalmente se encuentra en caballos Cuarto de Milla Americanos y razas relacionadas. También en algunos caballos de sangre caliente como el Pura Sangre Inglés, Trotones y Árabes. Puede ser hereditaria.
- Entre los factores desencadenantes se incluyen el descanso durante varios días antes del entrenamiento, infecciones y quizá lo más importante, la dieta.
- Estos caballos suelen tener un temperamento más tranquilo que los que padecen Rabdomiolisis Recurrente del Ejercicio y a menudo tienen unos aumentos persistentes de Creatinina Kinasa (CK).
Prevenir el Síndrome de la Rabdomiolisis Equina
Las siguientes pautas de manejo pueden ayudar a reducir la probabilidad o frecuencia de los episodios de Rabdomiolisis Equina:
- Registrar los hechos que se produzcan durante y después de los episodios.
- Se deben evitar en la medida de lo posible los factores desencadenantes de la enfermedad (por ejemplo, reduciendo la cantidad de alimento en los días de descanso, prolongando los períodos de descanso estable, no sometiendo al caballo a un esfuerzo excesivo, no usando el andador, no obligándolos a alcanzar una velocidad excesiva a galope, etc.)
- El estrés es un factor que a menudo puede provocar la enfermedad, por lo que se debe intentar mantenerlo en un nivel mínimo. Este puede minimizarse de la siguiente forma: permitiendo al caballo salir en grupo si así está más tranquilo, dándole de comer a él primero si experimenta nerviosismo a la hora de la comida o manteniendo una rutina previamente establecida.
- El tipo de dieta es muy importante.
- No dar piensos o concentrados altos en almidón al caballo cuando esté descansando o sin entrenamiento. En general, hay que utilizar alimentos con fuentes energéticas basadas en el aceite y la fibra.
- Sal y electrolitos . La sal puede proporcionarse diariamente a razón de 57 gramos (para un caballo activo de 500 Kg .), aunque puede variar dependiendo de la carga de trabajo, el sudor, etc. Se puede conseguir una reducción en la frecuencia de los episodios o incluso la supresión total, mediante una ingesta adecuada de electrolitos (calcio, magnesio, sodio y potasio) como suplemento. Por lo tanto, es importante asegurar que las dietas básicas proporcionen una cantidad suficiente de electrolitos de una manera adecuada y equilibrada. Aún con estas dietas, muchos caballos enfermos pueden tener algún problema particular, que sólo podrá ser detectado mediante una prueba específica (FE) y posteriormente corregido de manera individual.
- Vitamina E y selenio. Es importante la ingesta de ambos en cantidades adecuadas para la protección contra el daño celular. Sin embargo, es poco probable que la deficiencia de vitamina E y selenio sea la causa principal del Síndrome de la Rabdomiolisis Equina. La cantidad recomendada de vitamina E es aproximadamente 1600-2000 UI al día para un caballo de 500 Kg . (algo más si realiza un trabajo intenso), además de un extra de 100 UI por cada 100 ml. de aceite añadido a la dieta. La cantidad recomendada de selenio es de aproximadamente 2-2,5 mg. al día.• Fibra. Mantenga unos niveles de fibra altos, tanto a través del forraje como de alimentos con alto contenido en fibra. Evítese soltar al caballo en pastos de rápido crecimiento, pero prolongue los períodos diarios en prados cortos, ya que es beneficioso.
- Otras fuentes de energía. Como regla general se recomienda mantener un nivel de almidón y azúcar lo más bajo posible, y proporcionar fibra y aceites como fuente de energía principal. En particular, para los caballos que padecen Miopatía por Almacenamiento de Polisacáridos, se recomienda no alimentar con cereales de almidón y que la ingesta de azúcar en general se mantenga lo más baja posible. Cualquier aceite vegetal adicional que se proporcione debe ser introducido gradualmente en la dieta y dicho suplemento no debe ser mayor de 100 mg. por cada 100 Kg . de peso.
- Asegure que su caballo recibe cantidades suficientes de proteínas, vitaminas y minerales en su dieta base, de acuerdo con su carga de trabajo (especialmente si se está utilizado aceite como fuente de energía).
Cómo actuar ante un episodio
Cuando se produce un episodio de Mioglobinuria lo primero que debe hacer es llamar a su veterinario. No obstante, se recomienda conocer los siguientes consejos prácticos para saber como actuar en las distintas etapas:
- Etapa inicial. Debemos seguir las siguientes pautas cuando ocurre un episodio:
- Evite que el caballo ande forzado y, si es posible, llame al veterinario para tratar al caballo en el lugar donde ha sufrido el episodio.
- En los casos más graves, el transporte debería realizarse en un camión en vez de un trailer (procurando que la rampa no sea demasiado inclinada).
- El caballo debe mantenerse seguro durante todo el transporte, de modo que el esfuerzo muscular sea mínimo.
- Mantener al caballo en una cuadra limpia y seca libre de corrientes de aire. De esta manera se podrá saber cuando se produce la orina.
- Proporcionar pasto, heno y, si es necesario más tarde, una pequeña cantidad de pienso de alto contenido en fibra.
- Progreso. Podemos saber si el caballo ha superado el episodio cuando:
- El animal afectado puede moverse libremente por la cuadra durante algunas horas.
- No hay signos de dolor cuando palpamos los músculos del caballo y éste no se resiente más de lo normal.
- La orina vuelve a su color normal y no es incolora debido a la Mioglobina (una proteína de pigmentación marrón rojiza liberada por el músculo dañado).
- Si se tiene cualquier duda sobre como actuar, es recomendable ponerse en contacto con el veterinario inmediatamente.
- Recuperación. Cuando el caballo ha superado totalmente el episodio y su prueba de sangre empieza a mejorar debemos:
- Soltarlo en un pequeño prado para que paste libremente, evitando los pastos exuberantes y el frío.
- Animar al caballo a realizar pequeños movimientos suaves, ya sea soltándolo con otro caballo tranquilo, colocando la comida y el agua lejos, etc.
Vuelta al trabajo
- En los casos más leves puede empezar después de sólo dos o tres días en el prado a no ser que su veterinario ordene lo contrario. En los casos más severos o repetitivos, espere hasta que la actividad enzimática del músculo haya vuelto a unos límites aceptables.
- Mantenga un ejercicio diario regular. En las etapas iniciales especialmente, evite dar cuerda, no se debe utilizar el caminador ni trabajar en cuestas.
- Incremente poco a poco la intensidad y duración del trabajo y, si su caballo se comporta mal solo o en compañía, haz lo que haga falta para que este tranquilo.
- Soltar al caballo en el pasto durante un período de tiempo, evitando pastos muy exuberantes.
- • Si no es posible la realización de ejercicio a diario, suelte al caballo en un prado el mayor tiempo posible en los días de descanso y reduzca a la mitad la ingesta de pienso desde la noche antes hasta la noche después.
No hay ninguna garantía de que un manejo preventivo pueda frenar los episodios futuros, pero es el único camino posible para que el caballo vuelva al trabajo.
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