Enfermedades relacionadas con la Dieta
Lo que comen los caballos tiene una relación directa con su bienestar, su salud y su capacidad para desempeñar su trabajo. Aunque los caballos comen y digieren bien los alimentos de origen vegetal, no pueden comer cualquier planta. Hay algunos alimentos que no pueden digerir, otros que son tóxicos y otros que aunque sean sanos, tienen la posibilidad de tener mohos, parásitos u otras toxinas. Tenemos que elegir alimentos que el caballo pueda digerir, que tengan los nutrientes correctos y que no contengan ninguna sustancia peligrosa. Además si en la dieta hay desequilibrios en los niveles energéticos, o en la cantidad de vitaminas y minerales, podrían surgir ciertas enfermedades.
Problemas de Crecimiento (EOD)
Las Enfermedades Ortopédicas del Desarrollo (EOD),la osteocondrosis y el síndrome de Wobbler son multifactoriales. Sabemos con seguridad que los problemas de crecimiento son una mezcla de genética, nutrición (de la madre gestante y del potro), manejo, y a veces suerte. Pero, tenemos en nuestras manos la capacidad de reducir el nivel de EOD en los potros si utilizamos los niveles correctos de nutrientes y un manejo adecuado, especialmente, si lo hacemos desde la fase en que preparamos los potros para el destete hasta los 14 meses.
La EOD está relacionada con desequilibrios en la ración que aumentan el riesgo de padecer problemas. Excesos o proporciones incorrectas de calcio, fósforo o micro-minerales como el cobre, zinc y manganeso, pueden causar o empeorar los problemas relacionados con el crecimiento. Además hay ciertos momentos en que la falta de algún mineral en la madre gestante se traduce en un aumento importante del riesgo de padecer algún tipo de EOD.
La sobrealimentación también está relacionada con las enfermedades de crecimiento en los potros. Un crecimiento demasiado rápido está directamente relacionado, entre otros, con ciertos casos de fisítis y osteocondrosis (OCD). La osteocondrosis puede ser realmente perjudicial para el rendimiento deportivo del potro ya que puede causar inflamación en las articulaciones, quistes, cojeras y artritis. Más del 60% de los casos de OCD se pueden diagnosticar antes de que el potro cumpla 12 meses. Si el potro pesa demasiado, sobrecarga las articulaciones y la zona fiseal. El exceso de calorías también causa reacciones hormonales que afectan el crecimiento y el desarrollo óseo.
No vamos a poder erradicar la EOD ni los problemas de crecimiento como osteocondrosis y fisítis. En los países que miden el porcentaje por finca, está aceptado que un 10%-15% es irremediable, pero en España, el porcentaje es mayor. Además tenemos que tener claro que no siempre perjudican al rendimiento deportivo del caballo, aunque a veces puedan afectar al caballo de manera importante, haciendo que termine su carrera antes de empezar. Pero está claro que cuanto menos EOD tengamos en los potros, mejor para el potro y mejor para nuestro bolsillo. Ya que ahorraremos gastos veterinarios y además podremos vender el potro más caro.
Hiperparatiroidismo nutricional secundario
Esta enfermedad se llama de manera coloquial “la enfermedad del salvado”. Causada por una dieta demasiado alta en fósforo, por no recibir suficiente calcio o por usar una fuente de calcio no absorbible para el caballo. La proporción correcta de calcio/fósforo es entre 1,8/1 a 2/1. Si la ración del caballo contiene cantidades altas de salvado o cereales, el nivel de fósforo será alto. Por una falta leve de calcio en la dieta, la hormona paratiroidea hace que el cuerpo use el calcio de los huesos para utilizarlo en procesos metabólicos prioritarios. El resultado es una reducción de calcio en los huesos y la correspondiente reducción de calidad ósea del caballo.
Los síntomas de este problema pueden ser cojeras leves y cambiantes sin diagnóstico firme, distorsión de los huesos de la cara y se empiezan a caer los dientes. Si se corrige pronto el desequilibrio en la dieta, se puede resolver el problema, pero si esto llega a causar daños en el esqueleto, no hay marcha atrás.
Enfermedad de Músculo Blanco
Si la ración no contiene suficiente selenio, puede causar problemas musculares. En España, hay bastantes regiones con falta de selenio en la tierra que hace que los forrajes tengan menos selenio de lo normal. Hay que vigilar que el nivel de selenio sea el adecuado. El NRC (National Research Council) recomienda un nivel de 0,1 mg/kg en la dieta. El problema se evidencia en los potros, si experimentan dolor muscular y poca flexibilidad, también pueden padecer problemas cardiacos y los caballos mayores pueden sufrir crisis frecuentes de rabdomiolisis (Enfermedad de los Lunes).
El problema con el selenio es que puede llegar a ser tóxico si se proporciona en exceso. A partir de 2 mg/Kg en la dieta es peligroso según el NRC. Un exceso de selenio causa cólicos, diarrea, pérdida de pelo y la separación de los cascos de la corona. Se dan casos de exceso de selenio cuando en ocasiones los propietarios añaden a la dieta varios suplementos, todos ellos con selenio, o por equivocaciones en la formulación de piensos comerciales.
Problemas neurológicos
Enfermedad del Maíz con Moho –La Encefalomalacia está asociada con la ingesta de maíz que ha sido contaminado por el hongo Fusarium moniliforme. Este hongo se encuentra en el maíz que ha sido estresado por sequía, enfermedad o insectos antes de su recogida. Si hay un nivel alto de humedad, la presencia del moho aumenta. Si el caballo ingiere altos niveles de este hongo durante un corto periodo de tiempo, tendrá problemas de hígado. Si toma pequeñas dosis pero durante mucho tiempo, el moho causará daños al cerebro. Algunos síntomas de que el caballo tiene este problema son, pérdida de apetito, cambios de comportamiento como depresión, nerviosismo y síntomas neurológicos como ceguera y dificultad para masticar y tragar, temblores musculares y coma. Según la cantidad ingerida, los síntomas clínicos aparecen entre 7 y el 75 días y la muerte 2 y 3 días después.
Botulismo- En alimentación ocurre cuando el caballo ha ingerido un pienso o forraje con la toxina producida por el Clostridium botulinum. Esta toxina aparece cuando un animal o pájaro muerto está (por accidente) dentro de la paca de heno o si es procesado en un pienso. El ensilado incorrectamente preparado permite la descomposición de la materia orgánica y puede producir la toxina. El heno húmedo o podrido, especialmente la alfalfa, pueden tener esta bacteria. La toxina del botulismo es letal y hay que evitar el riesgo a toda costa.
El botulismo puede afectar a potros muy pequeños. Si la bacteria llega al tracto gastrointestinal, puede proliferar y emitir una toxina que afecta a los tejidos de los nervios y músculos. Si esta toxina está presente en una finca, se debe vacunar a las yeguas gestantes para proporcionar los anti-cuerpos a los potros a través del calostro.
Problemas Intestinales
Úlceras Gástricas – pueden afectar a cualquier caballo o potro. Los ácidos digestivos están presentes en el estómago del caballo aunque este no esté comiendo. El tejido de la parte baja del estómago tiene cierta protección, pero el de la parte alta no la tiene. La mayoría de las úlceras se localizan en esta parte del estómago.
La causa principal de las úlceras en el caballo es debida a la costumbre de proporcionar los alimentos en “tomas” similares a las comidas usuales para el ser humano. El caballo no está hecho para tener el estomago vacío. Si hay que proporcionar pienso en la dieta, cuanto más tomas reciba el caballo, menos riesgo tiene de padecer úlceras. Cuando hay alimentos presentes en el estómago, el ácido no perjudica a sus tejidos. También sabemos que el uso de forraje y especialmente alfalfa corrigen el nivel de ácido en el estómago y proporcionan una mayor protección.
Si utilizamos cereales en la dieta del caballo, el estómago produce más ácido y aumenta el problema. En general, para prevenir las úlceras, los propietarios deben aumentar la ingesta de forraje y reducir al mínimo necesario la ingesta de cereales.
Enterolitos—En ciertas zonas de España los caballos reciben altos niveles de alfalfa. La alfalfa contiene altos niveles de calcio y magnesio. Esto aumenta la posibilidad de desarrollar una especie de “piedra” conocida como enterolito. Las sales se acumulan alrededor de un objeto pequeño, por ejemplo una piedrita, pudiendo crecer hasta obstruir el colon y causar dolor y cólicos. Hay que operar al caballo para resolver la situación. En general, recomendamos no proporcionar alfalfa como única fuente de forraje.
Problemas Relacionados con La Obesidad
La nutrición incorrecta incluye la sobre-nutrición. Hace falta una cierta ingesta de calorías para mantener al caballo en un peso adecuado. Cuando se proporciona un exceso de calorías, se perjudica el rendimiento deportivo del caballo y su calidad de vida. La obesidad está considerada una enfermedad.
Lipomas—Un lipoma intestinal es un tumor de grasa que llega a cubrir los intestinos. La raíz del tumor puede llegar a estrangular el intestino. El caballo tendrá cólicos constantes y muy dolorosos. Los lipomas son más comunes en los caballos árabes que sufren sobrepeso.
Laminitis- Es la inflamación de las láminas de los cascos. Cualquier caballo puede padecer laminitis, aunque ciertos caballos son más propensos que otros. Tiene varias causas, pero en la mayoría de los casos, es claramente un problema relacionado con la nutrición del caballo y su sistema digestivo. La causa más común de la laminitis es la ingesta de dietas altas en cereales. A corto plazo, si el caballo come altos niveles de almidón (presente en los cereales) o de azúcar (presente en las prados en primavera), puede padecer una laminitis repentina. El almidón o el azúcar llegan al intestino grueso y cambian el pH de manera radical y permiten la proliferación de endotoxinas. Lo que también afecta a los niveles hormonales.
Si el caballo sufre sobrepeso, el sistema endocrino se descontrola, porque la grasa almacenada altera los niveles hormonales. El sistema circulatorio de los cascos es especialmente sensible a estos cambios. La mejor prevención es reducir la ingesta de almidón, azúcar y mantener el caballo en un peso adecuado.
Está claro que la nutrición tiene un papel evidente en la salud del caballo. Cuando proporcionamos una dieta incorrecta, no solo perjudicamos al rendimiento deportivo. Si queremos prevenir las enfermedades más comunes, hay que proporcionar una dieta que respete la naturaleza del caballo con un aporte calórico y nutricional adecuado para la actividad que desarrolla.
Coby Bolger – Horse1 – Centro de Nutrición Equina
Fuente de información:
NRC 1996