¿Cómo dar de Comer al Caballo Después de un Cólico?
¿Qué es un cólico?
Cuando hablamos de “cólico” nos referimos a un episodio de dolor abdominal. Los síntomas de un cólico pueden incluir: inquietud en el box, el caballo se tumba una y otra vez, mira su barriga, deja de comer, suda y se pueden observar otras señales de dolor. El dolor puede ser leve o intenso y en algunos casos el cólico se resuelve sin tratamiento alguno. En otras ocasiones, sin embargo, puede causar la muerte del caballo si no se le interviene quirúrgicamente. Si tenemos la sospecha de que el caballo padece un cólico, hay que llamar urgentemente al veterinario y no permitirle comer ni beber nada hasta confirmar su diagnóstico.
Hay ciertas dudas acerca de lo que puede comer el caballo después de un episodio de cólico, la causa y tipo de cólico afectan al protocolo de la dieta durante la recuperación, de ahí que haya división de opiniones acerca de la dieta recomendada en estos casos. Los cólicos pueden surgir bien a causa de algo que haya comido el caballo, o por culpa de cómo funciona el tracto gastrointestinal en sí. Es importante, una vez superado un episodio de cólico, evitar otro, que podría sobrevenir debido una dieta inadecuada. Hemos de dejar claro, por otra parte, que el manejo de la dieta después de un cólico simple es muy diferente a los procedimientos que hay que seguir cuando el caballo ha sido operado.
¿Cuáles son los protocolos contrastados para dietas “post-cólico”?
Hay pocos estudios realizados acerca de cómo dar de comer al caballo después de un episodio de cólico. Los veterinarios han desarrollado dietas, utilizando las experiencias de sus propios casos durante años. Más tarde, con la llegada de diferentes procesos de manipulación de la materia prima, se introdujeron productos comerciales especializados para proporcionar la nutrición correcta a los caballos que habían padecido cólico.
Se estima que un 80% de todos los casos de cólico son “cólicos simples”. No siempre se encuentra la causa de este tipo de cólico, un tratamiento rutinario alivia el dolor y el ajuste de la dieta es mínimo. El caballo no debe recibir ni forraje ni agua durante el episodio en sí, pero en cuanto haya evidencia de motilidad en el tracto intestinal y producción normal de estiércol, se debe introducir el forraje en primer lugar y poco después volver a una dieta normal. En algunos casos, no se vuelve a proporcionar cereales ni pienso para reducir la producción de gases. Cuanto más severo sea el cólico, más tiempo se debe esperar en volver a introducir la dieta normal.
Si el caballo empieza a padecer cólicos seguidos, hay que buscar la causa, ya que puede estar relacionada con otros problemas de salud como las úlceras o la piroplasmosis. También es posible que el caballo no tolere su dieta actual y se deba ajustar la misma para reducir el riesgo de cólicos posteriores.
¿Cómo se debe dar de comer después de un cólico por impactación en el colon? La causa del 8% al 10% de los cólicos es por una impactación en el colon (una masa de cereales/forraje/paja/cama que bloquea el paso del estiércol). La materia ingerida se deja de mover, normalmente por falta de líquido, y la masa se queda inmóvil en el colon. Los espasmos en el colon alrededor de la masa también tienen la tendencia a apretarlo todavía más y empeoran la situación. El caballo con una impactación no debe recibir ningún alimento hasta que el veterinario resuelva su situación. En los casos que no requieren cirugía, cuando el veterinario dé el visto bueno para que el caballo vuelva a comer, se debe proporcionar algo de hierba fresca o ensilado equino (que tiene un 40% de agua). Si no están disponibles ninguno de estos dos tipos de forraje, se puede mojar heno de prado durante 20 minutos. Cuando el tiempo de tránsito vuelva a la normalidad, se podrá añadir algo de pienso o cereales poco a poco.
¿Cómo se debe manejar la dieta después de una operación de cólico?
Obviamente un caballo operado de cólico enfrenta una situación sería. El uso de anestesia y antibióticos, usual en las operaciones de cólicos, perjudica directamente la motilidad del sistema digestivo y destruye la flora intestinal. En los casos más extremos, puede ser necesario cortar una parte del sistema digestivo. Y según dónde y cuánto se tenga que cortar, puede quedar afectada la capacidad de absorción de ciertos nutrientes.
La recuperación de una operación de cólico es un proceso complejo. El primer paso es rehidratar al caballo, se puede hidratar por sonda, o si hay motilidad intestinal ofreciendo agua para beber. No se deben ofrecer cereales, ni salvado, ni pienso al caballo recién operado, debido a la falta de flora intestinal y para evitar al máximo el riesgo de producir gases. El caballo recién operado por cólico también corre un riesgo alto de padecer laminitis o diarrea; por esta misma razón, se debe dar ½ Kg. de ensilado equino cada tres horas y cuando hayan pasado 24 horas desde el cólico, se puede dejar al caballo picar ensilado equino. Normalmente comerá aproximadamente el 2% de su peso corporal al día en forraje. Hay algunos productos comerciales formulados para el uso postquirúrgico con altos niveles de fibra, que aumentan la motilidad, aportan anti-oxidantes para combatir el estrés sufrido durante la intervención y probióticos para ayudar a la recuperación de la flora intestinal. Estos se pueden añadir a la dieta según las instrucciones del nutricionista.
Se pueden utilizar pequeñas cantidades de alfalfa en rama para proteger el estómago del caballo contra úlceras. La alfalfa actúa como un corrector de pH y previene la producción de gases. Cuando haya pasado una semana desde de la operación, se puede ir aumentando la proporción de alimentos altos en fibra con antioxidantes para combatir el estrés postoperatorio.
El nivel energético necesario para un caballo en recuperación de cólico es menor que el de un caballo normal, ya que un caballo que haya sufrido cólico tiene el intestino vacío y no gasta energía en el proceso digestivo. El proceso digestivo gasta aproximadamente un 15% del total del requisito energético. El caballo debe volver a comer por lo menos la mitad de sus requisitos energéticos pasados 2 o 3 días de la intervención quirúrgica. Si no lograra ingerir esta cantidad, el veterinario tendría que ayudar con nutrientes intravenosos.
Se ha observado una intolerancia a la glucosa en las primeras 24 a 48 horas después de la operación, por tanto, puede ser necesario tratar al caballo con insulina. Pero en muchos casos, esto se resuelve solo.
No se han hecho investigaciones formales sobre cuáles son los mejores protocolos a seguir para las dietas “postcólico”, pero considerando el gran número de cólicos que tratan los veterinarios todos los días, se dispone de mucha información sobre cómo introducir al caballo a una dieta normal. El primer paso es asegurar la motilidad del sistema digestivo y después se deberá fortalecer la flora intestinal.