Sentando las bases de una buena Nutrición, Parte I
Los requerimientos de una dieta equina básica incluyen no sólo energía sino también fibra, proteína, vitaminas y minerales. La estrategia básica de alimentación que se adopte debe durar algún tiempo antes de hacer ajustes. Revisemos las claves de una buena alimentación equina.
Fibra. Un componente esencial, aunque a menudo descuidado, de una plan nutricional correcto es la fibra, que es la porción indigestible de la ración alimenticia del caballo que asegura el adecuado funcionamiento del tracto intestinal. La capacidad de digerir y procesar muchos de los nutrientes que ingiere dependen de una estructura llamada Ciego, una especie de “cámara de fermentación” en la cual los microorganismos dedican muchas horas a deshacer la fibra vegetal en materia útil. Debe haber suficiente fibra en la dieta para que el ciego funcione adecuadamente; sin ella, minerales importantes y vitaminas del grupo B no se sintetizarían y no se produciría determinados tipos de energía, esto causaría desequilibrios corporales que pueden desembocar en cólicos y laminitis. Si ajusta la dieta de su caballo para ayudarle a alcanzar metas importantes a nivel competitivo, es especialmente importante que no se quede corto a la hora de suministrar forraje y sustituya un buen heno por opciones bajas en fibra y altas en energía como el grano.
Para asegurar que su caballo recibe la fibra adecuada, la porción concentrada (=grano) de su ración no debe exceder el 50% (según el peso) de su dieta. Lo ideal sería que el 70% de la dieta fuera forraje.
Proteína. Las proteínas son compuestos orgánicos que contienen elementos como carbón, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno y sulfuro que son, a su vez, los componentes más importantes de las células. Cada proteína comprende una serie de pequeños “ladrillos” conocidos como aminoácidos. La mayor parte de las necesidades proteínicas de los caballos se alcanza a través de la ración diaria de grano y forraje. Un caballo sano y maduro necesita una dieta de aproximadamente 10-12% de proteína.
¿Aumenta la necesidad proteínica con el ejercicio? No demasiado. Aunque la proteína pueda contribuir en un 15% del desarrollo de la energía de un caballo en ejercicio y aunque pierde uno de los elementos claves de las proteínas, el nitrógeno, cuando suda, un 10-12% de ración proteínica, cubre las necesidades de la mayoría de los caballos deportistas. Un poco más de comida puede perfectamente suplir ese pequeño desgaste de proteína, lo que quiere decir que no es necesario alterar la proporción de proteína de la ración. De hecho, si aumenta demasiado el aporte de proteínas, será peor, dado que las investigaciones indican que una dieta alta en proteínas disminuye la cantidad de glucógeno almacenado en los músculos porque las proteínas reemplazan a los hidratos de carbono como fuente de energía. Un exceso de proteína en el cuerpo también puede sobrecargar el riñón que aumentará la eliminación de nitrógeno por la orina; el aumento de nitrógeno en la orina provoca esos “vapores amoniacales” en las cuadras que pueden llegar a causar problemas en el aparato respiratorio.
La calidad de la proteína que se da es más importante que la cantidad. El aminoácido lisina es necesario para el normal funcionamiento del cuerpo y es el factor que limita la necesidad proteínica del caballo. La proteína de alta calidad (=alta en lisina) se encuentra en la soja y sus derivados. La alfalfa también es una buena fuente de lisina, pero puede presentar desventajas relacionadas con la forma de cosecharla (corte, altura...)
Cuando calcule la ración de proteínas de su caballo, recuerde que las leguminosas como la alfalfa y el trébol contienen hasta un 18-20% de proteína. El forraje de hierba tiene un porcentaje de un 8-10%. Los cereales en grano (avena, maíz y cebada) contienen de un 9-10%. Desde una perspectiva práctica, si le está dando forraje de leguminosas a su caballo, es fácil que alcance, sólo con ello, el porcentaje de proteína que necesita, sin tener en cuenta la que aporta el pienso. Si en cambio sólo come heno, necesitará aportar un 14-16% de proteína de alta calidad provenientes de la soja, en el pienso.
En Febrero repasaremos el uso de vitaminas y minerales en (II Parte).
Artículo publicado en Revista Ecuestre Enero 2000
Escrito por Coby Bolger, Spillers España
Florencia Arrambide Bsc. Nutrólogo Equino