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La dieta en verano

La Dieta en Verano

La dieta del caballo depende, entre otros factores, de como es el caballo y su nivel de trabajo, lo que hay disponible en la zona, el presupuesto, y la capacidad de manejo de cuadra.

En verano, el principal factor que afecta a la dieta es el calor, que unido a la humedad puede provocar problemas importantes para el caballo. Hay que ajustar el manejo de la ración de tal manera que el caballo reciba la cantidad que necesita y se proteja la calidad de los elementos en todo momento. También hay que tener en cuenta como vamos a pasar el verano. Hay caballos que entran en las rutas de competición y otros que se van de vacaciones. Como es lógico, estos dos extremos requieren dietas diferentes.

 

El Calor puede perjudicar a los piensos y el forraje

La materia prima de los piensos es más inestable cuando suben las temperaturas. Si se descuida el manejo, aumenta la presencia de moho y de bacterias, microorganismos ambos siempre peligrosos para el sistema intestinal del caballo, pues pueden provocar cólicos, alergias, todo tipo de trastornos digestivos, problemas de flora intestinal etc…

El calor también va destruyendo paulatinamente las vitaminas e incluso minerales presentes en la composición del pienso, así que es imprescindible asegurar una rápida rotación del mismo.

 

El forraje es más inestable en verano porque (dependiendo de que región), se suele cortar entre mediados de Junio hasta mediados de Julio. La hierba recién cortada puede tener distintos grados de humedad y si no ha sido correctamente secada o si ha llovido encima, puede generar calor y moho. Se debe preguntar cuando se ha cortado la hierba y no aceptar la hierba del año anterior si utiliza el forraje como fuente de vitaminas y energía. Si quiere se puede utilizar el forraje como fuente de fibra solamente si se nos asegura que ha estado correctamente almacenado, pero el proveedor debe reducir el precio en este caso.

 

Si nota la presencia de moho, olor a podrido, presencia de insectos o cualquier otro elemento sospechoso en el pienso o forraje, hay que tirarlo inmediatamente.- No lo deje en el almacén, porque contaminará a los demás productos. En general, se debe mantener todo encima de pallets, en un lugar fresco, seco y limpio y no se debe nunca en época estival almacenar pienso más de 1 mes o forraje durante más de 6 meses. Si utiliza silos para almacenar grano o pienso, utilice un sistema de limpieza antiparasitaria cuando se vacíen. Es preferible no utilizar silos para piensos que contengan niveles altos de melaza o aceite ya que quedan rastros de estos elementos en el silo y esto atrae insectos y pájaros, además de pudrirse con el tiempo. Es aconsejable almacenar en silos sólo piensos en forma de granulado o cereales puros.

 

El caballo en descanso

Si el propietario o el jinete va a estar fuera y el caballo se queda en su cuadra habitual pero no trabaja, hay que reducir su pienso a la mitad de lo normal y aumentar la cantidad de forraje suave (heno de prado o de avena) que recibe. Es normal que el caballo pierda algo de peso y forma física después de diez días sin trabajar, pero es preferible una pérdida de peso que un problema digestivo, como por ejemplo un cólico. El peso se puede recuperar enseguida, en cuanto vuelva a aumentarse el trabajo.

 

No hace falta quitar los suplementos de protección para las articulaciones, pero se pueden aprovechar las vacaciones para hacer una limpieza del sistema renal de las demás vitaminas. Sin embargo, el caballo mayor o el caballo que tenga alguna complicación de salud, como piroplasmosis, no debe variar su medicación o suplementos, sin consultar previamente a su veterinario, comunicándole los cambios de trabajo que preveamos en la temporada.

 

Si quiere mantener el nivel de pienso que recibe el caballo y que no pierda forma física, debe salir a trabajar por lo menos 45 minutos al día. Se le puede dar un cambio de aires y trabajarle más suavemente de lo usual para que se despeje y descanse. Los paseos en el campo, cambios de trabajo, trotes y galopes suaves sirven para mover el sistema intestinal y mantener el tono muscular necesario para poder seguir dándole su ración de pienso y forraje usual. El caballo tiene que salir si no quiere ajustar su dieta. Si no se le monta, (el caminador no cuenta) hay que reducir el pienso.

 

Hay caballos que pasan varias semanas en el campo durante el verano. Es muy importante introducirles a su nueva rutina poco a poco. Si se le suelta el primer día en un prado con pasto hasta las rodillas, el caballo no tendrá la flora intestinal adaptada y nos jugamos un cólico. Se debe empezar poco a poco soltando al caballo un par de horas el primer día y aumentar hasta lograr que pase el día entero en el prado.

 

El Caballo en Competición

Muchos jinetes aprovechan sus vacaciones para disfrutar de los calendarios de competición ofrecidos como ¨ rutas ¨, consistentes, en varios días seguidos de competición, en la misma zona. Si el caballo va a competir de manera seguida, hay que asegurar que la dieta está de acuerdo con el nivel de trabajo y que no varía durante los viajes. No se puede ir de concurso a Málaga y dar paja como forraje si el caballo normalmente recibe heno de prado. Tampoco se debe variar el tipo de pienso, así que hay que tener cuidado cuando se calcula la cantidad de alimento que necesitará y asegurar que habrá género disponible, si no tenemos sitio para llevarlo en el camión o remolque.

 

Otra variación de dieta típica en verano, cuando los caballos viajan, es añadir ajo en polvo a la ración. Se supone que el ajo cambia el “sabor” del sudor del caballo y ayuda a repeler los insectos. El ajo contiene niveles altos de vitamina B y ayuda al sistema respiratorio y digestivo, así que siempre viene bien. Quizá los únicos puntos negativos son que hace que la cuadra huela como un restaurante italiano y también que a algunos de los caballos no les gusta su sabor.

 

En verano, los caballos pueden deshidratarse con facilidad durante los viajes y los concursos. A menudo no les gusta el agua o los bebederos que encuentran en el concurso y beben menos. Pueden ser francamente quisquillosos con las variaciones de costumbres o sabores. Algunos propietarios llegan a incluso llevar el agua de su propia cuadra y otros añaden siempre una gota de vinagre para que no haya ninguna variación de sabor cuando viajan. Se debe prevenir la deshidratación utilizando un electrolito en el pienso y luego asegurar que el caballo tenga acceso a agua limpia y fresca en todo momento. Se puede también ofrecer al caballo agua con un electrolito para reemplazar los minerales perdidos en el sudor. Así mismo se debe mojar el forraje durante 20 minutos para ayudar al caballo a ingerir más agua todavía.

En definitiva, con algunos cuidados básicos adicionales, podremos ayudar a nuestros caballos a minimizar los efectos del verano que suele ser la estación favorita para nosotros pero no precisamente para nuestros animales.

 

Artículo publicado por la revista Ecuestre en 2004

Escrito por: Coby Bolger H orse 1 - S PILLERS www.horse1.es

Author: Coby BolgerWebsite: http://www.linkedin.com/pub/coby-bolger/1b/871/883Email: This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
Directora General Horse1 S.L.
About
Coby es nutricionista equina y jinete internacional de Concurso Completo de Equitación habiendo participado en numerosos concursos internacionales en toda Europa. Actualmente trabaja en la investigación y mejora de la nutrición equina e imparte clinics y clases sobre nutrición y entrenamiento.