La FEI dicta por primera vez: “Sin Culpa ny Negligencia” en un caso de Doping Positivo por contaminación de un complemento
El caballo CJS Gai Forest, de la amazona de RAID, Christine Yeoman dio positivo a la sustancia RACTOPAMINE en la carrera de Euston Park CEI*** celebrada en Inglaterra en Agosto del 2009. Esta sustancia se utiliza para cerdos y su uso está absolutamente prohibido en Europa.
Yeoman insistió en su inocencia ante la la “Clean Sport Commission” de la FEI y empezó una larga y dura batalla, utilizando un bufete de abogados (Burges Salmon) especializados en la ley del deporte.
Después de investigaciones exhaustivas, se encontraron pruebas que demostraban que un suplemento que utilizaba Christine Yeoman, (Neigh-Lox, fabricado por la empresa KPP), que ayuda a prevenir las úlceras gástricas, estaba contaminado. Este producto se produce en un recinto donde también se fabricaba pienso para cerdos y se utilizaba el ingrediente en cuestión para los mismos. KPP reconoció por escrito que ese lote del producto había sido contaminado con la sustancia en sus instalaciones.
Las pruebas que presentó la Srta Yeoman convencieron a la FEI para que no la quitaran la licencia deportiva, aunque no pudo competir durante dos meses mientras se examinaban las pruebas. Aún convenciendo a la FEI de lo dicho, todavía quedaba mucho trabajo para convencerles definitivamente de que ella no pudo haber prevenido el doping positivo.
El problema era que, la FEI defendía el argumento de que la persona responsable, podría haber evitado el doping positivo si no hubiese utilizado ningún suplemento. La FEI discutió que no existe ninguna situación en la que la PR (persona responsable) no sea responsable de su caballo a no ser que pueda probar sabotaje.
Las consecuencias de un doping positivo son muy serias y el equipo legal de Christina quería exonerarla totalmente. El proceso ha sido carísimo. Utilizaron un equipo entero legal, dos veterinarios independientes y tres toxicólogos.
La filosofía de la FEI de no utilizar ningún aditivo alimenticio ni suplemento no es razonable cuando analizamos las temporadas de competición a las que están sometidos los caballos. Un caballo de alta competición no puede comer solamente una dieta que consista en forraje y cereales. Si llevamos a su extremo la idea de proteger el bienestar del caballo, el caballo nunca competería, viviría siempre en su prado.
Ya que todos los alimentos que recibía el caballo, incluyendo el Neigh Lox, que causó el doping positivo, estaban garantizados para el uso en competición internacional y eran apropiados para caballos que podrían estar sometidos a pruebas de doping, el jinete no debería haber sido considerado culpable de una contaminación.
El jinete no puede controlar la pureza de todos los productos comerciales que utiliza. Los productos tienen que poseer los controles de pureza necesarios para la alta competición. No es razonable suponer que el jinete deba hacer análisis a todo lo que come el caballo, más aún, si los fabricantes nos proporcionan las garantías adecuadas.
Al final la FEI concluyó que “El uso de suplementos no es una opción en la ración del caballo, sino, una necesidad”. Y además que Incluso el pienso compuesto más común puede llevar aditivos que pueden estar contaminados y por otra parte, que las mezclas de cereales sin aditivo alguno, también puede estar contaminadas con sustancias dopantes. Y que los niveles más altos del deporte requieren el uso de estos suplementos y aditivos para cuidar correctamente de los caballos.
En opinión de la FEI, si el jinete ha hecho un esfuerzo por cuidar correctamente del caballo y le ha proporcionado los productos apropiados para la alta competición, no puede ser el responsable de una contaminación que se haya probado que ocurrió durante la fabricación del producto.
La FEI comenta que no va a apelar la decisión del Tribunal, por tanto ahora tenemos un precedente definitivo que exonera a la PR (persona responsable) siempre que pueda probar que había una contaminación inadvertida de un producto nutricional que recibía el caballo. Por otro lado, para demostrar buena fe, es necesario proporcionar al caballo alimentos que lleven las garantías adecuadas para caballos que compitan en niveles donde puedan estar sometidos a pruebas de doping.
El mensaje es claro, hay que adoptar un manejo de cuadra que separe claramente a los caballos que pueden ser sometidos a un anti-doping de los que están en tratamiento veterinario. Y todos los alimentos, suplementos y productos tópicos que se utilicen con estos caballos tienen que estar garantizados para ser utilizados en caballos de alta competición.