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No puede o no quiere

¿No puede o no quiere?

Observamos falta de rendimiento en nuestro caballo de deporte

¿Se trata de su alimentación?

Cuando compramos un caballo, nos sentimos llenos de ilusión y expectativas por cómo será su futuro, especialmente si es un potro. Siempre pensamos que nos puede tocar la lotería y encontrarnos con un “crack” que nos ponga, de un día para otro, de camino a una Olimpiada.

Los caballos se acaban definiendo. El que puede saltar, llega a las pistas nacionales de Salto de Pista. El que tiene la capacidad de llegar lejos, termina en RAID. El que tiene un equilibrio natural y buena suspensión sube rápidamente en el mundo de la Doma Clásica. Por último los que no tienen suerte o suficiente talento, se rompen o se quedan por el camino.

Ahora bien… ¿Qué pasa cuándo un caballo de alta competición, ya contrastado y con experiencia, empieza a tener problemas? - El caballo no está claramente cojo, sus análisis de sangre son más o menos normales, no está triste en su box, pero tiene derribos cuando no debe, o el jinete le siente “raro”, o el veterinario nos dice que su respiración no es correcta en el Vet Gate, o parece que le falta alegría en el cuadrilongo. ¿Qué hay que hacer?... Dado que el caballo no está claramente enfermo.

- Simplemente padece el Síndrome de Falta de Rendimiento - ¿Pero qué le pasa en concreto?

Este problema es más complejo de lo que parece. Hay innumerables variables que pueden afectar al rendimiento deportivo del caballo. El jinete, la montura, el transporte, los cuidados en la cuadra, el tiempo, la pista donde trabaja, la dificultad de la competición, su forma física, el herraje. El milagro es que todo funcione bien, cuando hay tantas cosas que puede salir mal.

Si vamos al veterinario con el cuento de que “no está bien”… El diagnóstico resultará ser muy difícil, tirando a imposible. Y sin embargo, un diagnostico acertado puede evitar la pérdida de muchos días de entrenamiento, y en algunos casos, puede evitar una enfermedad seria.

¿Cuáles son los síntomas del Síndrome de Falta de Rendimiento?

  • Puede derribar cuando antes lo no hacía.
  • Puede tener parones sin explicación.
  • Puede que no cubra las distancias en combinaciones.
  • Puede que no quiera aterrizar con una mano u otra.
  • Pueden aparecer defensas durante la competición.
  • Puede que no salte recto.
  • Falta de fuerza en los pies o los usa de manera desigual.
  • Cambios en el “bascule” usual que tiene el caballo cuando salta.
  • Pérdida de acción o impulsión
  • Falta de flexibilidad corporal.
  • Falta de capacidad para ejercer el trote medio o largo.
  • Dificultad en desempeñar movimientos con un lado de su cuerpo, Ej. apoyo a la derecha o izquierda.
  • Etc. etc. etc.

El veterinario empezará chequeando al caballo, y quizá haga un análisis de sangre. Intentará descartar una cojera, buscará las señales de dolor, mirará la calidad de las heces, si come bien, qué come, sus dientes, buscará la presencia de parásitos, etc. Pero a veces un estudio clínico tradicional no nos proporcionará un diagnóstico firme.

Las preguntas lógicas que nos hará nuestro veterinario serán:

  • ¿Cuál es la edad y la historia de entrenamiento y competición del caballo?
  • ¿Tiene este caballo la coordinación, músculo o esqueleto suficiente para hacer lo que se le pide?
  • ¿Se le ha subido recientemente al caballo de nivel de competición?
  • ¿Tiene el caballo la suficiente confianza y capacidad atlética para lograr el nivel de competición que se le pide?
  • ¿Cuál es el programa de trabajo?
  • ¿El caballo sale al prado?
  • ¿Se ha cambiado recientemente la intensidad del trabajo?
  • ¿Se ha cambiado el bocado o filete del caballo?
  • ¿Se ha cambiado de jinete o entrenador recientemente?
  • ¿El caballo ha sufrido alguna vez rabdomiolisis?
  • ¿Ha sufrido una caída u otro trauma antes de aparecer el problema?

En un estudio publicado (Davidson et al. 2000) por la Universidad de Pensilvania, se estudiaron a 80 casos de caballos que ingresaron en el hospital por Síndrome de Falta de Rendimiento. Utilizando una cinta de ejercicio, lograron hacer el estudio clínico mientras el caballo trabajaba. Esto les permitía buscar señales útiles de dolor o patologías que no eran significativas cuando el caballo no estaba en movimiento.

Se presentaron casos de caballos de Doma Clásica, Salto de Pista, Completo, caballos de Caza de Zorros, caballos de Enganche y caballos de Paseo. Mientras el caballo trabajaba en la cinta de galope, los veterinarios podían analizar su sangre, realizar una endoscopia, ecocardiograma y electrocardiograma. Y después del trabajo se hizo un análisis de sangre para determinar si el ejercicio causaba algún daño muscular.

Se logró confirmar un diagnóstico en 65 de los caballos. De estos caballos, 52 fueron diagnosticados con problemas respiratorios de diferente tipo y gravedad. 8 caballos fueron diagnosticados con problemas cardiacos. Y se encontraron cojeras en 3 de los caballos. En el análisis de Creatine kinase para determinar daño muscular, 2 caballos fueron confirmados positivos en mioglobinuria y un caballo tenía una infección bacteriana.

Es decir, las causas de una pérdida de rendimiento pueden tener orígenes diferentes y debido a que las señales son sutiles, es muy difícil acertar con un diagnóstico. 

Los problemas relacionados con el tracto digestivo pueden también causar problemas relacionados con la falta de rendimiento. Pero es fácil de olvidar comprobar lo más básico:

Hay que comprobar la dieta del caballo y los hábitos de cómo se proporciona la alimentación en la cuadra. En caballos de alta competición, las dietas deben ser diferentes según las necesidades de cada caballo. Sin embargo, el manejo en la gran mayoría de las cuadras nos obliga a dar más o menos la misma ración a todos los caballos. Esto puede funcionar para algunos de los individuos, pero es inevitable que algún caballo no se acomode o no tolere una dieta general; por ejemplo, si un caballo padece miositis, no tolerará una dieta base con la presencia de cereales y necesitará una ración basada en las denominadas “superfibras”. En conclusión , el responsable de la cuadra tendrá que tener la capacidad de manejar diferentes dietas, o simplemente, algún caballo no podrá llegar a la cima.

Problemas dentales o infecciones como las que surgen por sinusitis pueden hacer imposible masticar los alimentos correctamente y pueden confundir el diagnóstico con la aparición de cólicos leves o anemia… Entonces creemos que el caballo necesita vitamina B y hierro, o una dieta suave, pero no logramos entender la causa verdadera del problema. De hecho, la inflamación crónica, causada por infección o cojera, nos puede distorsionar los análisis de sangre y llevarnos fácilmente por un camino equivocado.

Una carga de parásitos puede causar un bajón en el nivel de proteína en sangre. Por otra parte, si la proteína sale alta, podría tratarse de deshidratación. La primera proteína que se pierde, y que se manifiesta por los capilares dañados es la albúmina. Una “Hipoalbuminemía”, con un nivel de proteína por debajo de 20g/l perjudicará seriamente el rendimiento del caballo y le causará edema dependiente.

El estrés que experimenta el caballo de deporte le acarrea un sistema inmunológico más débil que el del caballo normal. Son más propensos a sufrir infecciones y pueden ser portadores de infecciones latentes como la Salmonella o Clostridia durante mucho tiempo, pareciendo absolutamente normales entre episodios.

Sabemos que las úlceras gástricas también ocurren en un gran número de caballos estabulados.- Pero ¿Cómo podemos saber cuándo afectan al rendimiento deportivo del caballo? - Se puede hacer un estudio endoscópico o buscar sangre en las heces (Se coge un pellet fecal, se machaca y disuelve en 500ml de agua y se utiliza un test de orina para comprobar la existencia de sangre).

Los problemas que pueden perjudicar el rendimiento deportivo del caballo son numerosos y pueden surgir por motivos muy diversos. Hay que pedir un diagnóstico a nuestro veterinario y no saltar a conclusiones erróneas si queremos acertar.

Coby Bolger – Horse1, Centro de Nutrición Equina – www.horse1.es

Fuente de información:

Knottenbelt D.C. (2001): Poor performance: What role do alimentary tract functions have to play: Conference on Equine Sports Medicine and Science 2002 p. 61

Dyson S (2002) Poor performance: Conference on Equine Sports Medicine and Science 2002 p 43

Author: Coby BolgerWebsite: http://www.linkedin.com/pub/coby-bolger/1b/871/883Email: This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
Directora General Horse1 S.L.
About
Coby es nutricionista equina y jinete internacional de Concurso Completo de Equitación habiendo participado en numerosos concursos internacionales en toda Europa. Actualmente trabaja en la investigación y mejora de la nutrición equina e imparte clinics y clases sobre nutrición y entrenamiento.