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Respirar bien para competir

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Pérdida de Rendimiento Deportivo – Vías Respiratorias

El Curso de Perdida de Rendimiento, celebrado en Córdoba el pasado 23-25 de Abril 2009 reunió a algunos de los científicos y veterinarios más ilustres, con el fin de ampliar nuestros conocimientos sobre las causas de la pérdida de rendimiento en los caballos de deporte.

Ya en sí, el concepto de “pérdida de rendimiento” me llamó la atención, porque no estamos hablando de enfermedad en sí, sino del bienestar del caballo y de su capacidad para desempeñar su trabajo. Estamos hablando del caballo que “no está bien”. El jinete lo siente. Puede que el mozo lo note en la cuadra. El caballo que era un león en la pista hace un par de meses, de repente se para o se defiende. Su calidad de movimiento es menos brillante. Se queda sin energía. La masa muscular, el brillo de pelo… ¡Algo le falta! - pero no sabemos muy bien porqué.

¿Cómo diagnosticar algo tan sutil?: ¿Hacemos una prueba de sangre? ¿Ponemos un suplemento en su ración? ¿Lo mandamos de vacaciones al campo?

Desde el punto de vista veterinario, es preceptivo abordar el diagnóstico de un caballo “que no está bien” con un protocolo esquemático. Partiendo de la base de que no sabemos muy bien que pasa, habrá que repasar todo, desde el manejo de cuadra hasta la dieta, posibles cojeras intermitentes, problemas digestivos sub-clínicos, etc.

Hasta aquí, me parecía todo lógico. Lo que me sorprendió, es que los veterinarios hablaban de problemas relacionados con las vías respiratorias como una causa común de la pérdida de rendimiento deportivo. La verdad es que no es tema de conversación entre jinetes. No veo muchas cuadras cuidando las vías respiratorias como, por ejemplo, hoy en día se cuidan los tendones usando pistas de geotextil.

Me pregunto por tanto: ¿Estamos ignorando un problema que está perjudicando constantemente nuestro rendimiento deportivo?

Un estudio realizado en Nueva Zelanda con más de mil caballos (Perkins et al 2004) nos dice que la primera causa de pérdida de días de entrenamiento son las lesiones óseo-musculares y la segunda causa son los problemas relacionados con las vías respiratorias. Este estudio ha sido contrastado y confirmado por otros estudios a nivel mundial que situan a los problemas respiratorios como la primera o segunda causa más común de pérdida de días de entrenamiento (Martin Jr. Et all 2000).

Emmanuelle van Erck – Westergren, DVM, PhD, Dipl.ECEIM repasó en su presentación sobre las causas de pérdida de rendimiento deportivo, como funciona el caballo desde el momento que toma oxigeno y como llega a convertirse en la energía que permite el galope, el salto o lo que pidamos al caballo.

Aunque el caballo es la suma de su genética, carácter, salud, calidad ósea, conformación y muchos otros factores, uno de los puntos más importantes para el atleta equino es su capacidad de poder llevar el oxigeno desde el sistema respiratorio a los músculos a través del sistema cardiovascular.

El caballo tiene una capacidad aeróbica (VO2max) muy eficaz en el almacenamiento y transporte de energía a los músculos. Sabemos ahora que TODAS las disciplinas competitivas, desde las carreras en el hipodromo hasta el RAID o doma, utilizan energía mayormente aeróbica.

Si observamos el recorrido que tiene que seguir el oxigeno para llegar a los músculos, empieza por las vías respiratorias, llegando al sistema cardio-vascular y después a los músculos.

El músculo del caballo tiene altos niveles de mitocondria y una red importante de capilares para transportar y metabolizar el oxigeno. Durante los momentos de ejercicio fuerte, grandes cantidades de glucógeno y de oxígeno permiten al caballo mantener suficiente energía dentro del músculo.

Cuando el caballo empieza a trabajar, el oxigeno en sangre es potenciado por los eritrocitos que salen del bazo del caballo y durante el ejercicio fuerte las pulsaciones suben radicalmente, aumentando así la entrega de oxigeno a los músculos.

La capacidad cardiaca, o sea cuanto sangre con su contenido de oxigeno llega al sistema muscular, se determina por el “high stroke volume” (Máximo volumen de latido) producido por un corazón de atleta equino.

El sistema respiratorio del caballo le permite coger el aire e introducirlo en su organismo, llegando a la membrana alveolo capilar. El caballo es capaz de inhalar grandes cantidades de oxigeno. La superficie de la membrana alveolar es 10 veces la del ser humano. Desde aquí el oxigeno pasa al sistema circulatorio.

Cuando entrenamos correctamente al caballo, podemos mejorar y adaptar el sistema óseo y muscular del mismo y podemos aumentar la capacidad del sistema cardiovascular. Pero el entrenamiento no modifica al sistema respiratorio. ¡O sea! Podemos trabajar todo lo que queramos y no conseguiremos por ello aumentar la capacidad ni la eficacia del sistema respiratorio.

Además, es relativamente fácil que el caballo se quede sin oxigeno porque su respiración pase por una nariz o unas vías respiratorias superiores estrechas. El caballo tiene que respirar a través del sistema nasal. La inhalación está coordinada con el ritmo de su galope o trote, y sin embargo el sistema nasal limita la velocidad de las inhalaciones y la cantidad de oxigeno que entra en las vías respiratorias.

Hay por tanto, variaciones según el individuo en el tamaño y la forma de las vías respiratorias y algunos caballos simplemente respiran mejor que otros.

¡Conclusión!

El corazón, si está entrenado, puede aumentar su demanda de oxigeno, pero las vías respiratorias, con entrenamiento, no aumentan su capacidad de inhalar oxigeno, y por tanto el factor que limita la capacidad atlética del caballo entrenado son sus vías respiratorias.

De hecho, cuando la demanda de oxigeno excede el oxigeno disponible, el rendimiento del caballo cae rápidamente.

Presencia de Enfermedad en las Vías Respiratorias

El caballo además sufre limitaciones en su sistema respiratorio que en muchos casos son subclínicas y no se llegan a diagnosticar formalmente. Por ejemplo pueden existir obstrucciones en la parte superior de las vías respiratorias (cornage) aunque el caballo no produzca ningún ruido. La obstrucción puede ser estructural, funcional, por inflamación o infección bacteriana.

Otros problemas respiratorios incluyen la inflamación de las vías respiratorias y hemorragias pulmonares causadas por el ejercicio (sangradores) que también pueden existir sin la presencia de tos ni la presencia de mocos en las vías nasales.

De forma que está claro que el sistema respiratorio puede ser el factor crítico que puede llegar a limitar o a perjudicar el rendimiento deportivo del caballo. Incluso ciertas enfermedades sub-clínicas pueden contribuir a la falta de rendimiento.

En general, está aceptado que se subestima la presencia de enfermedades en las vías respiratorias porque no se hacen pruebas endoscópicas para confirmar los problemas. Entonces el caballo simplemente trabaja mal durante un tiempo prolongado.

Los problemas en las vías respiratorias pueden estar en la parte superior o en la parte inferior de estas. Hay un gran número de caballos con problemas o irritaciones en las vías respiratorias por varios factores: Las cuadras donde encerramos a los caballos, la orina que contiene amoniaco y que es altamente irritante para las vías respiratorias, las camas de viruta o paja con altas cantidades de esporas y polvo, los forrajes secos con altos contenidos de polvo, presencia de moho en cuanto hay humedad, el transporte donde el caballo está expuesto a todo tipo de contaminantes, etc.

Diversas investigaciones han demostrado claramente la existencia de irritaciones en las vías respiratorias de caballos que habitualmente viven en pastos después de tan solo 48 horas de haber entrado en un box. ¡El milagro sería que los caballos domésticos no tuviesen tos crónica!

La Prevención y Cuidado de las Vías Respiratorias

El polvo y las esporas de moho están presentes por millones en el entorno del caballo: en las cuadras, en los recintos de entrenamiento, en el forraje y en las camas. El tratamiento más importante para erradicar los problemas respiratorios es la prevención, controlando el entorno para reducir la exposición del caballo a potenciales alergógenos y contaminantes.

La adecuada ventilación es absolutamente crucial y los caballos deben estar fuera de cuadras cerradas tanto tiempo como sea posible. ¡Los caballos no son nuestros hijos y no les viene bien que les encerramos calentitos en sus boxes! Hay que dejar siempre la parte superior de la puerta del box abierta y, si está preocupado por si el caballo se enfría, cúbralo con otra manta. Cuando una buena ventilación no es posible porque las cuadras son interiores, el entorno del establo debe procurarse tan higiénico como sea posible.

La cama y el forraje que recibe el équido son los grandes culpables del polvo y de las esporas que causan irritaciones respiratorias. Una opción para acabar con ellas puede ser utilizar un suelo de goma. No hay que usar nunca paja cuando el caballo sufra de un problema respiratorio. La viruta de buena calidad, por su parte, puede ser una elección, pero algunas virutas pueden tener una cantidad más alta de esporas que la paja de buena calidad, por tanto, hay que ser exigente. Otras alternativas son: papel, arena, cáñamo o lino.

Aunque la cuadra tiene que estar limpia, no hay que utilizar productos nocivos para las vías respiratorias del caballo. Si el producto huele demasiado fuerte, si no está correctamente diluido, si no hay ventilación en el box o los pasillos, hay que sospechar que se pueden irritar las vías respiratorias.

También se debe tener cuidado con el almacenaje de heno y paja, porque aunque se tenga el establo más higiénico de la comarca no servirá de nada si el box del caballo está próximo al almacén del heno. Téngase especial cuidado en situaciones tales como los viajes. Los caballos pueden tener literalmente las narices metidas en una red de heno en el reducido espacio de un camión, y eso crea una concentración enorme de partículas alergógenas o irritantes en sus vías respiratorias.

En caso de sospechar que un caballo o poni puedan padecer un problema respiratorio, la intervención del veterinario es esencial. Si los síntomas son serios, hay varias terapias clínicas que pueden ser aplicadas para aliviar el sistema respiratorio.

Aunque hay problemas respiratorios que se convierten en un estado de salud serio e incurable, muchos pacientes pueden vivir y trabajar normalmente con ellos. Sin embargo, el buen cuidado y manejo es clave para su control.

Heno mojado

El heno y la paja contienen esporas de moho. Para caballos de alto rendimiento o casos leves de problemas respiratorios como el R.A.O. el heno debe proporcionarse mojado. Esto hincha las esporas impidiendo que pasen a las vías respiratorias. Se ha debatido mucho acerca de cuánto tiempo se debe mojar el heno. El objetivo de mojar el heno es el siguiente:

- Eliminar tantas esporas como sea posible.
- Hinchar las esporas que queden. Éstas serán ingeridas y no inhaladas. La inhalación es un problema ya que hay una reacción directa entre la partícula inhalada y la superficie del forro del alvéolo pulmonar. La ingestión impedirá que esto ocurra.

Las esporas pueden causar una reacción respiratoria (alergia) cuando son inhaladas por un caballo delicado. El estar expuesto a esporas durante un periodo de tiempo largo puede causar hipersensibilidad respiratoria, que a su vez puede producir una sensibilidad a otros agentes tales como el polen.

Anteriormente se creía que el heno debería estar en remojo toda la noche. Las pruebas llevadas a cabo han demostrado que cuando el heno está mojado durante 12 horas o más, muchos de sus nutrientes se diluyen. Esto incluye las vitaminas solubles en agua, dando como resultado un heno de menos calidad nutritiva. Adicionalmente, el agua de este heno tiene el equivalente biológico de residuo y debe ser desechada.

Sin embargo, varios experimentos han demostrado que humedecer el heno no tiene consecuencias en sus propiedades nutritivas. El heno debe ser sacudido, sumergido en agua durante 20-30 minutos y después se debe escurrir. No se debe permitir que el heno se seque ya que las esporas pueden volver a su tamaño original, permitiendo entonces ser inhaladas.

Una vez expuestos, la mayor parte de los caballos serán alérgicos a estas esporas para el resto de sus vidas. Incluso cuando se suprima el contacto del caballo con el alergógeno atacante, la función pulmonar puede quedar afectada permanentemente.

El Estrés y la Enfermedad

Hay investigaciones que han demostrado que algunas irritaciones pulmonares que llegan a convertirse en problemas respiratorios están relacionadas con un nivel reducido de defensas antioxidantes en los pulmones. No es sorprendente ya que los viajes y el entrenamiento aumentan el estrés que sufren los caballos de competición.

Antes se pensaba que el antioxidante más importante para los pulmones era la glutionina, pero recientes investigaciones han demostrado que el antioxidante principal para las vías respiratorias es el ácido ascórbico. Se han medido niveles notablemente más bajos de ácido ascórbico en caballos que sufren problemas respiratorios que en los que no lo sufren. Esto también está reflejado en el número de neutrófilos que se encuentran cuando se analiza el fluido de las vías respiratorias (lavados bronquiales).

Diversas investigaciones han demostrado que algunas combinaciones de antioxidantes aumentan los niveles de vitamina C en el fluido epitelial del forro del pulmón de los caballos que padecen un problema respiratorio. Esto es relativamente nuevo ya que no se tenía muy claro si los antioxidantes se absorbían a través del sistema digestivo del caballo.

Tradicionalmente el ajo se ha usado para mejorar la respiración y prevenir alergias. Aunque, no se conoce ninguna investigación formal, se sabe que el ajo contiene azufre y vitaminas del tipo B. El ajo se puede utilizar para mejorar la salud del caballo y ayudar al sistema inmunológico, especialmente durante periodos de recuperación, cuando hay infecciones y en primavera y verano, cuando las alergias son comunes..

¡De forma que los jinetes tenemos que añadir otro deber para asegurar la salud de nuestros caballos! Está claro que la protección de las vías respiratorias es una parte esencial de la cadena de factores que nos puede garantizar o truncar el éxito en nuestras aspiraciones competitivas.

 

Escrito Por:

Coby Bolger – Horse1 – Centro de Nutrición Equina www.horse1.es

Fuentes:

XII Curso Internacional de Córdoba sobre Pérdida de Rendimiento – Córdoba, 23-25 Abril 2009

Waltham Research Laboratory – Animal Health Trust, Newmarket R.U. – Imperial y King’s College London –Moredun Research Institure, Edinburgh, R.U.

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Author: Coby BolgerWebsite: http://www.linkedin.com/pub/coby-bolger/1b/871/883Email: This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
Directora General Horse1 S.L.
About
Coby es nutricionista equina y jinete internacional de Concurso Completo de Equitación habiendo participado en numerosos concursos internacionales en toda Europa. Actualmente trabaja en la investigación y mejora de la nutrición equina e imparte clinics y clases sobre nutrición y entrenamiento.