Potros en Crecimiento.
Los potros y Su crecimiento – Su alimentación y otros detalles
Una de las tareas más importantes del nutrólogo equino, es proporcionar la información y ayuda necesaria a las yeguadas, para que estas tengan la información, que les permita proporcionar el forraje y pienso apropiado para los potros en crecimiento. El trabajo conjunto entre el criadero, el veterinario y el nutrólogo puede prevenir o disminuir diversos problemas relacionados con el crecimiento, de esta forma aseguraremos que el caballo tenga los aplomos, desarrollo óseo y muscular correctos para poder aguantar una vida de trabajo.
La organización y manejo de una cuadra de cría es compleja y requiere años de experiencia. Cada finca es diferente, cada una tiene distinto tipo de ambiente, agua, suelo, forraje, hierba e incluso organización. Así que dentro de las normas y costumbres aceptadas dentro del mundo de la cría, hay variaciones importantes entre finca y finca que dependen de las instalaciones y del tipo de caballo que se esté criando. Al principio hay que introducir procedimientos aceptados universalmente y cuando se reúna la información detallada de la finca en cuestión, se va puliendo el manejo hasta terminar con los problemas más comunes.
El Papel del Veterinario
El trabajo con el veterinario, debe incluir un programa de vacunas, desparasitación y visitas, para asegurar que el potro se desarrolle con normalidad. El veterinario también puede ayudar a contrastar los problemas que puedan surgir en la zona, por ejemplo, de parásitos que son los más comunes. Debe ser también una buena fuente de información para mejorar el manejo en general de la finca.
Las deformidades óseas en los potros, son relativamente comunes y normalmente es posible corregir el problema, siempre que el veterinario esté al corriente. Es imprescindible que sepamos si el potro tiene riesgo congénito de deformación, ya que se pueden prevenir ciertos problemas manipulando la dieta de antemano.
Los problemas de crecimiento han de ser identificados cuanto antes. Esto quiere decir que el veterinario debe inspeccionar las patas del potro cuando nace y durante su primer mes de vida. También ha de identificar las posibles deformidades que surjan debido a un crecimiento desequilibrado.- Por ejemplo, en algunos casos, el potro crece más de una pata que de otra. El veterinario también va a seguir el desarrollo de un potro nacido algo prematuro, para asegurar que sus huesos y ligamentos están capacitados para aguantar su peso. Si el potro tiene deformidades y no se corrigen en los tres primeros meses de vida, es muchísimo más complicado corregirlo luego. Si el potro tiene algún problema de desarrollo, el veterinario puede limitar el movimiento de este durante un tiempo, recomendar un herraje correctivo, inmovilizar alguna parte de la pata o incluso recomendar una intervención quirúrgica.
Trabajo ¿Sí o No?
En los últimos años, se han explorado varias opciones en el ámbito científico, para mejorar el desarrollo del potro. Entre todas las opciones, el trabajo a la cuerda o con una cinta de correr han sido las más tratadas. También hay extensos estudios sobre la densidad de hueso y calidad del cartílago en relación con el trabajo que se ha hecho para mejorar el rendimiento del potro destinado al hipódromo. El consenso es que un potro no debe estar encerrado durante más de 10 horas al día si no hay alguna razón medica. Un potro suelto realizará un ejercicio natural, y restringir este ejercicio puede resultar perjudicial para el desarrollo normal del animal. Para que pueda cumplir un programa de ejercicio, el potro tiene que tener los huesos duros y bien formados. Un exceso de trabajo puede perjudicar seriamente su desarrollo, y el potro nunca debe llegar a cansarse. El potro necesita mantener sus cascos cuidados para asegurar un crecimiento correcto y bien aplomado. El terreno donde está el potro también puede afectar a su desarrollo. Si está excesivamente duro, puede dañar los tejidos óseos o el cartílago por un exceso de concusión. Si los prados no son llanos, podrían dar lugar a malformaciones en el desarrollo del potro.
En cuanto al trabajo, lo importante es mantener una rutina diaria de ejercicio suave, y si por algún motivo esta se ve alterada, el ejercicio diario deber ser retomando lentamente. La calidad del hueso está directamente relacionada con el estímulo producido por el esfuerzo físico, por lo tanto si el potro tiene que estar en el box durante 24 horas seguidas (por mal tiempo o cualquier otra razón) la calidad de hueso formada durante este tiempo, será mas frágil, que el hueso desarrollado durante una época, en la que el sistema esquelético ha recibido un estímulo físico.
¿Y la Nutrición?
Quizá las ideas más confusas surjan con la nutrición. Recientemente, un veterinario nos llamó perplejo porque recomendamos un nivel proteínico alto para potros, entre un 14% a 18%. Según lo que él entendía, un exceso de proteína causaba problemas de desarrollo óseo. Efectivamente en la década de los 70, hubo una serie de estudios basados en la hipótesis de que un exceso de proteínas perjudicaba la formación ósea. Los resultados, sin embargo probaron justo lo contrario. Un nivel bajo de proteínas no mejora la formación ósea y puede perjudicar el desarrollo del animal. La falta de proteína puede ralentizar el crecimiento y si las fuentes proteínicas no son de calidad, el potro no las puede absorber correctamente. Los estudios si probaron, que un exceso de energía y almidón, si causan problemas directos especialmente si hay un desequilibrio en el nivel de minerales que recibe.
Una dieta de avena con alfalfa sigue siendo muy popular hoy en día en numerosos centros de cría en España y en el mundo entero. Aunque la avena y la alfalfa son buenos elementos en la dieta para caballos, es necesario suministra un corrector vitamínico que proporcione los requisitos nutricionales correctos para el crecimiento. A esta mezcla, le faltan los niveles mínimos de calcio, lisina y minerales para asegurar el correcto desarrollo del potro. Esto no quiere decir que la avena y la alfalfa no se deban utilizar en una dieta de potro. Hay que insistir en que lo más importante, es la calidad de las proteínas, no la cantidad. Aunque la alfalfa tiene un porcentaje alto de proteínas, no siempre podemos fiarnos de su calidad, debido a las continuas variaciones de calidad en las producciones, y el tiempo transcurrido desde que haya sido cortada. Por lo tanto un suplemento que cubra estas necesidades es recomendable. El calcio de la alfalfa es uno de los más fácilmente absorbible, por lo que hay que asegurar que la proporción de calcio / fósforo sea la correcta. Con suficiente información se podría utilizar esta dieta y añadir el pienso o suplemento más adecuado.
Así que los resultados son claros. Un potro necesita un nivel de energía bajo, con las fuentes de almidón bajas. Sin embargo, su nivel proteínico debe ser bastante alto, o en casos especiales, el nivel proteínico se puede bajar algo, si el nivel de aminoácidos (el contenido más importante de la proteína) se aumenta. Las fuentes de energía deben estar basadas en la fibra y como en todos los equinos, se debe intentar respetar la naturaleza del sistema digestivo del animal para prevenir cólicos u otros trastornos digestivos. Así que, cuanto menos cereales y más forraje estemos dando, mejor será la absorción en general del animal. Si empezamos con un buen forraje y añadimos los niveles correctos de proteínas, vitaminas y minerales, tenemos una dieta idónea para el desarrollo del potro.
Recomendaciones
• El potro debe recibir un concentrado, con un nivel proteínico de entre 14 y18%, desde los 2 meses de edad o cuando la calidad de la leche materna empiece a decaer. A partir de las 4 semanas de edad, debe empezar a recibir un pienso adecuado para potros para que aprenda a comer. El concentrado debe tener la proporción correcta de calcio con fósforo, y también debe contener cobre, zinc, minerales quelados, y vitamina E para asegurar una correcta absorción. El pienso también debe contener lisina, methionina y threonina. El resultado de un pienso desequilibrado y con niveles insuficientes de lisina es a menudo un potro regordete y con problemas músculo-esqueléticos.
• Para proporcionar la dieta apropiada, hay que saber el valor nutricional que tiene el forraje que recibe el animal. Por ejemplo, hay diferencias radicales en niveles de calcio entre un heno normal, paja o alfalfa. Como en todas las dietas para caballos, se empieza con el contenido nutricional del forraje y luego se complementa con el resto. Si el potro está suelto en el prado, es apropiado hacer un análisis de la hierba y también de la tierra. Si recibe otro tipo de forraje, se puede mandar esto también a analizar. Un análisis proporcionará información sobre el nivel de digestibilidad (lignina no digestible), el nivel proteínico y humedad y también debe incluir los niveles de calcio, vitaminas y minerales.
• No es obligatorio proporcionar un pienso a un potro que tiene suficiente forraje de calidad. Pero se deben corregir los niveles de calcio, minerales y vitaminas de dicho forraje con un buen multivitamínico especializado para potros.
• No se debe permitir que el potro engorde demasiado. Se deben notar sensiblemente las costillas pero no debe estar excesivamente delgado. No se deben ver los huesos de las caderas.
• Durante el destete el potro debe recibir el mismo pienso y forraje que ha consumido con su madre para reducir el estrés de esta época. Hay que mantener un crecimiento gradual y que el potro no pierda demasiado peso durante esta época.
• Si surgen señales de problemas de crecimiento, inflamación, calor o deformidades se debe llamar al veterinario, para que le miren los aplomos y para que recomiende el tratamiento adecuado. Se debe contactar con su nutrólogo equino para estudiar la dieta y ajustarla para mantener el nivel correcto de vitaminas y reducir el nivel energético. La costumbre de proporcionar solo heno y avena no soluciona el problema y sólo conlleva una perdida de peso y crecimiento inadecuado.
• Asegúrese, que el potro tiene disponible en todo momento, agua fresca y limpia.
• Se debe ajustar el pienso que recibe el potro según su edad, peso, velocidad de crecimiento y forma física.
• Los potros tienen el sistema digestivo muy pequeño, relativamente, así que se debe dividir su pienso en 3 o 4 tomas diarias.
• Si el potro no se termina la ración, quite el pienso sobrante después de cada comida.
• Utilice un Comedero Selectivo para Potros (Creep Feeder) para que puedan tomar su propio pienso.
• Es mejor proporcionar un granulado de alta calidad que un pienso en forma de mezcla. Los potros son propensos a comer partes de los piensos en mezcla y pueden, con esto, desequilibrar su ración
El Potro Lactante y la Yegua
Cuando nace un potro, una de sus primeras acciones será ponerse de pie y mamar. De esta manera recibe el calostro producido como “primera leche” de la yegua, el cual contiene altos niveles de anti-cuerpos y sirve para proteger al potro de enfermedades. Durante sus primeras semanas de vida, la leche de la yegua proporciona todo lo que necesita el potro. Durante los meses de lactancia, la yegua producirá unos 12 litros de lecha al día, pero para que se produzca suficiente leche de calidad, tiene que recibir suficiente pienso y agua. La energía gastada por la yegua en producir suficiente leche, es comparable a lo que gastaría un caballo de carreras en el hipódromo. Durante el segundo y tercer mes de lactancia, la yegua necesitará cantidades importantes de forraje, pienso y agua para asegurar una producción suficiente de leche. Su dieta necesita altos niveles de proteínas, vitaminas y minerales para que la lactancia no reduzca las reservas de su propio cuerpo. Y como siempre, cualquier cambio de dieta se tiene que hacer paulatinamente, para prevenir trastornos digestivos.
Hay que observar los hábitos del potro. Si mama más de 30 minutos en una toma, puede que no esté recibiendo suficiente leche. Se puede en este caso, introducir un pienso o un producto para reemplazar la leche, hasta que la producción de leche de la yegua sea suficiente. Hay potros que empiezan a picotear al lado de la yegua con 10 días de edad. Esto es algo positivo porque así aprenden a comer y su sistema digestivo se va acostumbrando al pienso. En estos casos, hay que asegurar que la dieta de la yegua sea apropiada también para el potro o poner el pienso en un comedero alto al que sólo pueda acceder la yegua y asegurar que el potro tenga acceso a un pienso adecuado para su crecimiento.
Cuando el potro llega a unas 8 semanas de edad, la leche producida por la yegua normalmente no es suficiente para sus requisitos nutricionales. En este momento hay que asegurar que tenga acceso en todo momento a un buen forraje y que reciba niveles suficientes de calcio, vitaminas, y minerales para garantizar un crecimiento correcto. En estos momentos, las faltas o desequilibrios de calcio, fósforo, cobre, zinc, selenio o vitamina E pueden producir el desarrollo de problemas musculares u óseos.
Comedero Selectivo para Potros
Se puede dejar que el potro y la yegua coman la misma mezcla o se puede construir un “creep feeder” con acceso solo para los potros. Esta suele ser la solución más económica para asegurar que el potro recibe la mejor nutrición posible a un coste mínimo. Si la yegua y el potro van a comer lo mismo, hay que proporcionar la dieta apropiada para el potro y dejar que picotee al lado de la yegua. Sin embargo, si se construye un recinto para que los potros puedan comer solos, se puede proporcionar a la yegua una dieta normal, con un nivel energético más alto para sus primeros meses de lactancia, y que tenga suficientes calorías para producir una leche de calidad. Y más adelante cuando el potro tome menos leche, algo más de pienso y sobre todo forraje, se puede bajar el nivel energético del pienso de la yegua. Este tipo de pienso suele ser más barato que el pienso especializado para potros. Los piensos clásicos, la avena o los cereales pueden contener demasiado almidón o energía para el potro, especialmente si ha tenido algún problema de crecimiento antes, así que no se debe dejar que el potro picotee un pienso normal ya que puede acelerar el crecimiento y causar problemas de desarrollo.
Se debe construir el comedero selectivo para potros, en un lugar del prado, donde las yeguas suelan pasar tiempo, ya que los potros no irán solos a comer si están lejos de ellas. El potro debe tener acceso libre, para que pueda tomar pequeñas cantidades de pienso, durante el día. Se deben limpiar los comederos de los potros y cambiar el pienso a menudo, para que huela siempre bien y para que el pienso no se ponga malo. Hay que observar como se comportan los potros, sobre todo si hay más de uno utilizando el comedero, ya que el líder de la pandilla puede negar el acceso a los demás y comerse él todo el pienso.
El Destete
El destete se puede hacer cuando el potro tiene unos 5 meses de edad. A partir del tercer mes, la leche de la yegua se reduce, y comienza un destete natural. En este momento el potro empieza también a comer más forraje y pienso. Para preparar al potro para un destete completo, durante las últimas dos o tres semanas que pasan con las madres, hay que aumentar su ración de pienso, para asegurar que la falta de leche no le va afectar en el aspecto nutricional. También se debe reducir la ración de pienso de la madre, para que produzca menos leche. Cuando ya no tome leche, un potro debe tomar aproximadamente 1.5% de su peso en forraje y 1% de su peso en pienso.
Después del destete y hasta los 2 años, los potros siguen creciendo a gran velocidad y pueden llegar a doblar su peso. Un potro destetado, debe recibir una dieta, hasta los 2 años, que contenga entre 14 y16% de proteína y también necesitan suficiente energía para su actividad diaria. Pero las fuentes energéticas deben de ser procedentes de fibra y no de almidón, para así, prevenir problemas de crecimiento y trastornos digestivos. A partir de los 2 años, se ralentiza el crecimiento del potro y se puede ajustar la dieta y utilizar el pienso que daríamos a un caballo en trabajo ligero. La raza del caballo, su nivel de actividad y su madurez afectarán a los requisitos de la dieta.
No hay que subestimar el estrés que pasa el potro durante el destete. Esto puede causar todo tipo de complicaciones, así que hay que asegurar que el destete se hace con la máxima precaución para prevenir problemas. Diversos estudios han demostrado que un destete gradual es mejor que un destete abrupto y causa menos estrés. También, el uso de un comedero selectivo de potro, acostumbrará al potro a comer solo antes del destete y también disminuirá el estrés.
¿Cómo va a crecer mi potro?
La genética y el ambiente donde nace y crece, es lo que más afecta al tamaño del potro, pero una dieta inadecuada puede ralentizar su crecimiento. Un potro crece rápidamente desde su nacimiento hasta los dos años. En algunos casos el potro puede ganar hasta 3 Kg. al día. A los 2 años ya ha llegado al 90% de su tamaño de adulto, aunque su desarrollo se prolongará bastante más tiempo, en los sistemas muscular y óseo. Por esta razón, para prevenir lesiones provocadas por debilidades óseas o musculares, es muy importante para los caballos grandes, realizar un trabajo de base más extenso y sin prisas antes de empezar con los trabajos fuertes.
El criadero, a veces, intenta empujar el crecimiento, pues los caballos grandes, a menudo, se pueden vender mejor. Así que si hay una subasta con una fecha especifica, intentan que el potro tenga el tamaño máximo. Potenciar el crecimiento de un animal, siempre conlleva un riesgo de desarrollo de problemas óseos y musculares, así que, cualquier decisión que se tome sobre este aspecto del potro, se tiene que hacer con mucha reflexión y experiencia. Es mejor no empujar el crecimiento, para asegurar que el animal llegue a su tamaño normal, pero sin problemas óseos o musculares. El caballo que recibe un nivel nutricional correcto llegará al mismo tamaño, tanto si se intenta empujar su crecimiento, como si no.
Artículo publicado en revista Ecuestre Junio 2002
Escrito por Coby Bolger – Spillers – Horse1 y
Florencia Arrambide BsC Spillers UK