Las Nuevas Tendencias en la Dieta del PRE
El PRE está de moda. Puede que nuestra raza esté en auge debido a los últimos resultados competitivos en Doma Clásica, o quizá porque en España haya más interés en general en el caballo, o bien, porque por fin, el mundo se está dando cuenta que el PRE es un caballo que luce enormemente por su físico, buen carácter y facilidad de monta. Sea cual sea la razón, hay una demanda clara de PRE, y no ya como caballo de morfológico, sino como caballo de deporte y ocio.
Obviamente se está exigiendo más físicamente del PRE, y en consecuencia se está produciendo poco a poco una respuesta paulatina pero clara de los ganaderos, que vienen ya aplicando desde hace algún tiempo los últimos avances en nutrición y manejo para reducir los problemas de crecimiento que afectan a nuestra raza y crear un animal con una base sólida, tanto en su formación ósea como en su masa muscular.
Se nota una gran inquietud para producir potros que lleguen a ser atletas. Donde antes se valoraba una dieta y su capacidad de engordar al potro y a su madre, ahora surgen preguntas más complejas: ¿Es esta dieta la idónea para asegurar que mi potro crece lo máximo posible? ¿Reduce esta dieta los riesgos de desarrollar problemas de crecimiento? ¿Sirve esta dieta para “construir” un caballo que tenga que trabajar y competir de manera seria en el futuro?
La primera pregunta que hacía antes un ganadero a un nutrólogo era.- “¿Cuanto cuesta la dieta?”. Esta pregunta nos coartaba a los nutrólogos sobre manera y limitaba la posibilidad de hablar sobre el futuro de sus caballos. Por lo general comparaban el precio por kilo de los productos y compraban el más barato.- Cuando aumentaba el precio de una materia prima, el fabricante o el encargado de hacer las dietas, la cambiaba por otra más barata y no se preocupaba mucho de si este cambio podría afectar a la salud o futuras posibilidades del animal.
Ahora la pregunta es.- “¿Cómo puedo dar una alimentación correcta a mis caballos sin añadir gastos innecesarios?” Y esto nos demuestra un interés claro en producir caballos que lleguen a ser atletas. En la actualidad, la gran mayoría de los ganaderos son más conocedores del mercado de la alimentación y lo miran desde otro punto de vista. Naturalmente, estos cambios en sus exigencias están siendo reflejados en los productos por los comerciantes y fabricantes de cereales, pienso y suplementos.
Bueno y Barato
Pero… ¿Dar una buena alimentación es cuestión de comprar un pienso caro? .- La contestación a esta pregunta es claramente ¡NO!
Las exigencias de los ganaderos están llegando también a los productores de forrajes y cereales. Donde antes en España no había mucha diferencia entre el forraje para vacas y para caballos, ahora hay agricultores que producen heno específicamente para el caballo. ¿Qué quiere decir esto? .-Simplemente que si un heno tiene una materia seca de menos de un 90%, se recoge cuando está todavía verde y se mantiene limpio y sin moho, tendrá una cantidad mayor de nutrientes y será más digestible. Naturalmente nuestros caballos se verán automáticamente beneficiados.
Antes no sabíamos como eran los forrajes en España ni como afectaban a las necesidades del caballo de deporte. Se hacía lo que se había hecho durante años y años y se suponía que esto sería lo correcto. Ahora, después de años de análisis y estudios, nos estamos viendo obligados a cambiar de manera importante los perfiles de los complementos al forraje. ¿Por qué? .- Porque nuestro forraje no es como el forraje del resto de Europa. La cantidad de sol que recibe el heno en España y la falta de agua nos obliga a usar las tierras de manera diferente. Esto quiere decir que la cantidad de nutrientes de nuestros henos no es la que pensábamos. Los fabricantes de piensos y los cerealistas teníamos que cambiar la oferta de los productos disponibles.
Por tanto, también se están evaluando los pastos de otra manera. Si queremos buscar lo mejor para la madre y el potro, ¿Qué tenemos que aportar? ¿Qué tipo de fertilizante debemos utilizar?.- De hecho se están plantando pastos con menos nivel proteínico y más digestibles para el caballo. Antes se usaban pastos más apropiados para vacas, pero ahora las semillas disponibles para la cría caballar son mezclas de Ryegrass, Festuca y Phalaris arundinacea, se añade ya muy poco trébol o alfalfa ya que resultan ser demasiado fuertes en muchas circunstancias. Además crecen con tal fuerza que terminan desplazando a las demás plantas y variando el nivel nutritivo que originalmente pretendíamos para nuestro prado.
Se están observando entre los ganaderos, cambios en el manejo de los pastos para prevenir problemas con parásitos y otras enfermedades, además se descansan los prados más a menudo y en general, se ve un esfuerzo renovado para mantenerlos más limpios.
Saber el perfil nutricional de nuestro pasto y forraje, sea heno de prado, una combinación de alfalfa y paja o cualquier otra solución, nos facilita automáticamente el paso siguiente en el proceso de la elaboración de la dieta, que es complementar el forraje con los nutrientes suficientes para que el caballo mantenga su peso y pueda realizar el trabajo que le toca, manteniendo una buena salud.
Habitualmente se ha utilizado la avena y la cebada como base de la alimentación del caballo. Esto es perfectamente aceptable siempre y cuando la ración esté equilibrada para incluir los nutrientes apropiados según la fase de entrenamiento o crecimiento del animal. Es más, incluso las mezclas que se comercializan suelen partir de esta base.
Lo que ha cambiado en estos alimentos es lo que nos exige el ganadero y jinete, debido a que ahora tienen más experiencia, quieren una ración que sea más pequeña para reducir el riesgo de sobrecargar el sistema intestinal del caballo, quieren un nivel de nutrientes más alto y ajustado a los requisitos del caballo y garantías de que la ración va a aportar lo que dice en su publicidad o en el saco.
Otra vez más, los propietarios no sólo quieren llevar el saco a casa y olvidarse. Ahora exigen un análisis de la ración entera que incluya todo lo que ingiere el caballo desde el pasto hasta el pienso, la avena y los suplementos. Quieren saber si lo que están proporcionando es lo correcto. En general, las compañías comerciales han reaccionado aumentando la información que proporcionan sobre su pienso. Donde la ley exige relativamente pocos datos, ahora por contra, podemos observar en algunos piensos, información sobre la cantidad de energía y de donde proviene dicha energía, si de fibra o de almidón. Se proporciona mucha más información sobre como utilizar el pienso, cuanto se debe dar al caballo, y si está formulado para utilizar en conjunto con cereales o sólo se debe dar el pienso con forraje.
¿Y en los potros?
Donde más se está notando esta inquietud por la información es con los potros. Se está reconsiderando todo, desde la dieta hasta como se desteta y también cuándo presentar a concurso morfológico. De esta forma se pretende que el potro tenga todo lo necesario para poder llegar a campeón durante su carrera deportiva. Y lo lógico es empezar con la yegua para asegurar que el potro crece correctamente desde el mismísimo principio.
En el pasado, una vez que las yeguas habían concebido, era una práctica común mandarlas a pastar y normalmente olvidarse de ellas hasta el último trimestre de gestación. Esta actitud está cambiando y ahora se reconoce que hay un aumento en las necesidades nutricionales de las yeguas gestantes. No hace falta un gran cambio en la ración, pero si una dieta correctamente equilibrada, especialmente en lo relativo a asegurar las cantidades de micro-minerales apropiadas, para así asegurar un desarrollo óptimo y la salud del feto. Lo ideal es que la yegua reciba una nutrición adecuada durante toda la gestación, que apoye específicamente cada época del desarrollo del feto, y además si la yegua está creciendo o lactando, se debe proporcionar también lo que ella necesite para estas fases.
Posteriormente cuando alcance el trimestre final de la gestación la yegua necesitará un incremento importante en la cantidad de proteína, energía, vitaminas y minerales. Concluimos pues en que cuando antes se dejaban a las yeguas a su suerte, ahora se está prestando una gran atención en optimizar su nutrición durante todas las épocas de la cría.
Ahora, cuando nace un potro, no sólo se aporta un pienso para la madre, sino que, en muchos casos, se proporciona calostro adicional, y a partir de los 2 meses se añade una ración extra para asegurar que si el potro picotea, picotee lo adecuado.
Donde antes se echaba avena y cebada, ahora se controla el nivel de almidón con un pienso para potros alto en aceite vegetal, fibra y nutrientes. Lo único que nos queda para ponernos al día con la cría es mantener los potros menos gordos. Todavía los propietarios son reacios a dejar los potros algo más delgados y permitir así crecer al esqueleto con menos estrés físico; pero cuando nuestros criadores comprueben por si mismos, la disminución de problemas de crecimiento que comporta el dejarlos más delgados, empezarán a fiarse de lo que está ya más que aceptado para otras razas.
El crecimiento del esqueleto del potro en altura y peso mantiene un ritmo más rápido que la mineralización ósea. La prioridad de desarrollo por naturaleza en el potro es la altura y el crecimiento de huesos largos. La energía, la proteína, minerales y vitaminas se dirigen en primera instancia a mantener al animal vivo, y los nutrientes que sobran se utilizan para el crecimiento del esqueleto, específicamente los huesos largos (utilizados para la locomoción) y los huesos planos (costillas y huesos que sirven para proteger). Si sobra algún nutriente o energía, el potro crecerá más rápido, primero desarrollando músculo y después ganando peso.
El crecimiento rápido causado por sobre-nutrición del potro (en particular excesos de energía) ha sido implicado en numerosos estudios con el desarrollo de problemas ortopédicos y cojeras. Pero es difícil que este mensaje sea aceptado por los ganaderos que han sido instruidos durante muchos años en que los potros tienen que estar “gorditos”.
Todavía hay concursos morfológicos para potros de un año, pero ahora es más común oír que una yeguada ha decidido no sacar ningún potro hasta los 2 años. Esta filosofía, muy acertada por cierto, consiste en que es mejor dejar a los potros crecer y después de la época más rápida y complicada de crecimiento (los primeros 12 meses) se les puede permitir aumentar de peso y masa muscular sin poner en peligro su desarrollo óseo.
¿Qué queda por hacer?
Ahora que hay una clara dinámica en la cría del PRE, consistente en introducir los manejos y alimentación más moderna, el siguiente paso es acumular datos de cómo debe crecer exactamente el potro PRE. ¿Cuándo madura el esqueleto del potro? ¿Afectan nuestros calurosos veranos a su crecimiento? ¿Deberíamos intentar que nazcan en ciertos meses para optimizar el desarrollo? ¿Cuáles son los factores que más afectan a la conformación y solidez de los aplomos del PRE? .- En este momento, tenemos ganaderos con experiencia y conocimientos, pero no hay ningún centro de estudio especializado en el PRE y sus requisitos específicos.
De hecho, cuando planteamos con los ganaderos que hay que hacer controles de peso y de altura de los potros, que hay que controlar el peso de las madres para asegurar la máxima producción de leche y para mantener la fertilidad, normalmente nos encontramos con un silencio largo. En muchas de las ganaderías grandes, simplemente no se cuenta con suficiente personal para contar con este tipo de manejo. Así, estamos muy lejos de poder disfrutar de las precisas bases de datos de crecimiento que ya existen para otras razas como el PSI y el PRÁ.
Cuando lleguemos a marcar claramente las pautas necesarias para la raza, tanto de desarrollo y crecimiento de los caballos jóvenes como de alimentación, se empezarán a notar las diferencias al presentar los caballos a concurso. Cuando el objetivo sea un caballo de alto rendimiento, se notará la diferencia en puntuación en los morfológicos de potros. De hecho esto ya se está comenzando a notar, pero todavía hay grandes variaciones de criterio según jueces y regiones.
A la larga, estos cambios resultarán en mejores caballos que tendrán el buen carácter que ha hecho famoso al PRE, con las capacidades necesarias para llegar a la alta competición. Sabremos que hemos llegado a nuestro objetivo cuando la madre ganadora se cruce con el semental ganador y produzcan el potro que puntúa bien en los morfológicos y después llega a la alta competición.
Coby Bolger – www. HORSE1 .es – Centro de Nutrición Equina
Con información de:
Kathleen Crandell, Ph. D. –
Florencia Arrambide B.Sc. (Hons.)
Kentucky Equine Research